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La isla de las tentaciones es la gran apuesta de entretenimiento de Mediaset y está vez más allá del entretenimiento este programa ha puesto sobre la mesa un tema importante: la alteración del funcionamiento de la glándula tiroides. Desde que Susana Molina, asegurara que gracias a sus seguidores en las redes sociales había descubierto que podría padecer esta enfermedad, Internet no ha hecho más que acrecentar la búsqueda sobre los síntomas.
Por eso esta vez te vamos a explicar todo lo que necesitas saber acerca del hiper e hipotiroidismo. Si crees que tú también lo puedes tener te recomendamos que acudas a un especialista lo antes posible.
En 2017 un estudio de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición confirmó que un 10% de la población española padece alguna alteración más o menos grave en el funcionamiento de la glándula tiroides y solo la mitad de estas personas es consciente de ello y por lo tanto trata su enfermedad. En cifras diríamos que casi cinco millones de personas tienen problemas de hiper o hipotiroidismo en sus diferentes variantes, pero hay dos millones y medio que no lo saben.
Empecemos por lo primero: ¿ Qué es la glándula tiroides?
La glándula tiroides es un órgano endocrino, y es el encargado de fabricar diferentes hormonas. Esta se sitúa por encima de las clavículas y alrededor del cuello. La función de la glándula tiroides es producir las hormonas que en buena medida regulan el metabolismo, así como el ritmo cardíaco, los ciclos circadianos, etc. Es decir hormonas importantes para nuestra fisiología y nuestra salud. Intervienen también en la regulación del estrés, la diuresis o la fijación del calcio y el fósforo en el hueso.
Lo primero que debemos entender es que hay dos tipos de enfermedades relacionadas con la tiroides: el hipotiroidismo y el hipertiroidismo. En el primer caso nos referimos a un deficiente funcionamiento de la glándula tiroides, que produce menos hormonas de las necesarias para el funcionamiento del cuerpo.
Los síntomas del hipotiroidismo son sobre todo la fatiga, el enfermo se siente cansado porque su metabolismo se ralentiza y apenas obtiene la energía necesaria de los alimentos. También muestra un aumento de la sensibilidad al frío pues le cuesta regular la temperatura corporal. Otros síntomas son estreñimiento, piel seca o aumento de peso.
Por la misma razón el nivel de colesterol en sangre suele ser elevado en estas personas, a la vez que muestran debilidad muscular y dolores articulares. El tener un cabello muy fino puede ser otro síntoma, así como un ritmo cardíaco lento o uñas quebradizas, también una memoria deficiente e incluso se ha demostrado que el hipotiroidismo aumenta la tendencia a la depresión. En casos extremos se puede dar hinchazón de la cara y bocio.
En el caso del hipertiroidismo, ocurre lo contrario: la glándula trabaja demasiado y llena la sangre de hormonas tiroideas. En este caso, en lugar de ralentizar el metabolismo lo acelera en exceso, aumentando la hiperactividad y la ansiedad en la persona. Puede estar producido por la existencia de tumores benignos en la glándula tiroides, un exceso de yodo en la alimentación, una infección vírica o estar siendo tratado con hormonas tiroideas.
Los síntomas más frecuentes del hipertiroidismo son el nerviosismo y la ansiedad incontrolable, no motivada por traumas ni circunstancias vitales difíciles. Como consecuencia, la dificultad para conciliar el sueño se presenta con frecuencia, los pacientes suelen perder peso rápidamente a pesar de que tienen más apetito del normal y come más. Además se sienten muy débiles y se les cae el pelo. También se da el aumento de la sudoración y la frecuencia cardíaca, así como temblores de las manos.
Ambos, tanto el hipo como el hipertiroidismo, se pueden detectar con un simple análisis de sangre donde se estudiarán los niveles de las hormonas TSH, T4 y T3. La TSH es la hormona que estimula a la glándula tiroides a trabajar, y las otras dos son hormonas producidas por dicha glándula. En líneas generales, o si se quiere a groso modo, un nivel alto de TSH y niveles bajos de T3 y T4, indicarán hipotiroidismo. Al contrario, niveles bajos de TSH y altos de las otras dos hormonas señalan hipertiroidismo. Ambas alteraciones tienen tratamiento médico, aunque sus causas deben ser estudiadas.