Las canas pueden aparecer a cualquier edad. /
Cuenta la leyenda que María Antonieta, reina consorte de Francia, amaneció el día de su ejecución en la guillotina con el cabello totalmente blanco. Lo mismo le ocurrió a Tomás Moro, político filósofo y escritor inglés, antes de su ejecución en la Torre de Londres en 1535. Obviamente esto es algo imposible. El pelo de una persona no puede tornarse canoso en una sola noche. Sin embargo, el estrés acumulado durante meses, a sabiendas de que te van a ejecutar, como es el caso, puede producir una caída del cabello (alopecia areata o síndrome de María Antonieta). Generalmente los primeros en perderse son los cabellos oscuros y esto puede dar una falsa sensación de que el pelo se ha vuelto blanco, de repente.
La causa fundamental está en la pérdida de la función de unas células llamadas melanocitos que producen melanina. Esta sustancia, que actúa como un pigmento, es la encargada de dar un tono oscuro a nuestro pelo, iris o a la piel cuando tomamos el sol. Tenemos cientos de miles de folículos pilosos en nuestro cuerpo, estos contienen queratinocitos, que producen queratina, sustancia de la que está hecho nuestro cabello y que se tiñe de oscuro con la melanina.
Pero ¿cuándo se vuelve blanco el cabello? En condiciones normales este fenómeno viene condicionado por nuestra herencia genética. En la raza blanca suele comenzar sobre los 30 años, mientras que en la negra lo hace sobre los 50. Cuanto más oscura es la piel, parece que el encanecimiento surge más tardíamente. Hay personas, como el actor Richard Gere, a las que les aparecen de manera temprana, sobre los 20 años de edad. Cuentan que incluso tenía que teñir su cabellera de castaño durante sus primeros papeles.
Existen también enfermedades congénitas como el albinismo, en las que hay una reducción o ausencia de pigmento melánico. Este trastorno no solo se produce en humanos, también en animales. Recordemos a Copito de Nieve, el gorila albino del zoológico de Barcelona. Hay otra enfermedad que se conoce con el nombre de Vitiligo en el que el déficit de pigmentación es localizado y se producen manchas blancas (sin coloración) en piel o cuero cabelludo. El cabello blanco también se ha relacionado con el tabaquismo y con otras enfermedades como el hipotiroidismo o la desnutrición. Y ¿quién no ha oído la famosa frase: "no te arranques una cana que salen más"? Esto es algo totalmente falso, si uno se arranca una cana le volverá a salir la misma cana del folículo piloso.
Tampoco está muy clara la relación entre el estrés y las canas. Aunque niveles altos de este pueden terminar afectando al sistema inmunitario y a los melanocitos. En cualquier caso parece que está más relacionado con la alopecia.
En los últimos tiempos se está investigando sobre el papel de la inmunidad. Se ha observado, de manera casual, que en algunos tratamientos inmunosupresores, empleados para tratar el cáncer, se pueden llegar a revertir el blanqueamiento del pelo. También se analiza el papel de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) producido en nuestros capilares, y de cómo algunas sustancias o alimentos antioxidantes podrían enlentecer el fenómeno. No hay más que ver a algún presidente como José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez o Barack Obama para darnos cuenta que algún papel juega el estrés, al menos el de las legislaturas.
Por el momento no existe nada que podamos hacer para retrasar o ralentizar la aparición de las canas. Si decide no teñirse el pelo, puede hacer como Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, George Clooney o Brad Pitt y presumir de madurez y llegar a ser un icono de la elegancia.