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No vamos a hablar en este artículo de lo importante que es llevar una alimentación saludable y practicar ejercicio con frecuencia, porque es algo que tenemos aprendido al dedillo. Más bien queremos centrarnos en pequeños gestos concretos que no suponen un gran esfuerzo, pero que pueden tener un impacto muy positivo en el futuro: en concreto, vivir más años. Y no lo decimos nosotras, sino diferentes investigaciones científicas.
Así que, sin más dilación, ficha algunos de hábitos sencillos que puedes empezar hacer desde ya para tener una vida más longeva. Te aseguramos que no te van a suponer ningún esfuerzo.
Las nueces son probablemente el fruto seco más poderoso: son ricas en proteínas, fibra y antioxidantes. También cuentan con una buena cantidad de vitaminas y minerales, como magnesio, potasio o ácido fólico. Diferentes estudios han comprobado que ayudan a controlar la tensión, a prevenir enfermedades cardiacas y la inflamación. Pero uno en concreto, llevado a cabo por expertos españoles del Hospital Universitari de Sant Joan de Reu, desveló que pueden contribuir a una vida más longeva: lo comprobaron con un experimento, en el que hicieron tomar a los participantes al menos tres raciones de nueces a la semana. ¿El resultado? Consiguieron reducir en un 39% el riesgo de muerte prematura.
Esta especia característica de la cocina india es un sustitutivo natural más saludable que el colorante alimenticio. ¿La razón? Es un antioxidante excelente para prevenir el envejecimiento, ayuda a mantener la función cerebral y se ha demostrado que también previene enfermedades como el cáncer. Es por eso que los expertos creen que puede influir en una mejor calidad de vida, algo que de momento se ha demostrado en un estudio con ratones e insectos, llevado a cabo por investigadores coreanos del Korea Research Institute of Bioscience and Biotechnology.
No queremos decir que tengas que renunciar a la carne, pero si quieres vivir más años, no estaría mal que comenzases a priorizar aquellos de origen vegetal. Consumir una variedad de verduras, frutas, frutos secos, granos enteros y legumbres, reduce el riesgo de padecer enfermedades y promueve la longevidad. Los estudios coinciden en que este beneficio reside en los nutrientes que estos alimentos poseen, especialmente los antioxidantes, el ácido fólico y la vitamina C.
No todo va de alimentación, también de relaciones sociales. Mantener una vida social y rodearte de amigos puede reducir el riesgo de muerte prematura en un 50%, según un curioso experimento que se realizó en el Condado de Alameda, en California. Después de realizar un seguimiento durante años sobre parte de la población, comprobaron que aquellas personas que carecen de lazos sociales, tenían más probabilidad de morir antes.
Deja de preocuparte por la cafeína que tomas en taza nada más levantarte porque no es perjudicial: al revés. Se ha comprobado que tanto el café como el té están relacionadas con un menor riesgo de enfermedades crónicas. Además, ambas bebidas son ricas en antioxidantes, como los polifenoles.