El zumaque, el superalimento de moda que lleva toda la vida con nosotros

Esta icónica especia de color rojo intenso se consigue primero secando y después moliendo los pequeños frutos o bayas rojas de un arbusto llamado Rhus Coriaria. Gracias a sus múltiples propiedades no dudamos de que tiene muchas posibilidades de convertirse en uno de los superalimentos más destacados de 2020.

Es una especia que por su ácido sabor recuerda al vinagre o al limón por lo que consigue dar sabor (y por supuesto color) a los platos. Por ello se emplea en diversas recetas –sobre todo de la cocina árabe– para aderezar ensaladas, arroces, carnes y pescados. Su sabor hace que combine con muy diferentes variedades de platos como sustitutivo a la acidez del limón.

El zumaque, también conocido como sumac, es conocido como parte de la cultura gastronómica española desde la época de los romanos. Se implementó en España, sobre todo en zonas mediterráneas, gracias a los árabes que lo trajeron como materia prima para utilizarlo como alimento y como tinte natural de tejidos .

Los arbustos de zumaque pueden llegar a medir hasta un metro y medio y, si te rozas la piel con ellos, pueden producir sarpullidos. Actualmente, además de en nuestro país, se cultivan en muchas zonas de Oriente Medio, Próximo y África y por ello es muy común en la dieta libanesa, siria, iraní, iraquí y turca.

Entre otros de los usos tradicionales del zumaque, cuyas bayas maduran en otoño, destaca el curtido y tinte de la piel una vez molido y tratado aportandol la rigidez y dureza necesaria para hacer accesorios como bolsos o zapatos.

Esta especia es considera un superalimento porque tiene muchos y muy diversos beneficios asociados. Contiene vitaminas A y C y minerales como potasio, calcio y magnesio. Debido a su alto grado de taninos, el zumaque es antioxidante, digestivo, diurético y posee efectos cardiovasculares, ya que equilibra el colesterol.

Además, en la tradición árabe, muchas mujeres recurren a té de zumaque para aliviar los dolores de la menstruación ya que también es antiinfamatorio.

Por si fuera poco, además es capaz de ayudar a tratar medicinalmente las infecciones por hongos e incluso puede prevenir la infección alimentaria por Salmonela typhimurium, según un estudio de Universidad Haccettepe de Turquía en 2010.