Mitos y verdades sobre el agua con limón: ¿es realmente beneficiosa?

Es uno de los hábitos que más controversia despierta ya que sus propiedades adelgazantes y depurativas son consideradas para muchos como un mito. Pero para comenzar, hay que partir de la base de los beneficios de esta mezcla, ya que lo cierto es que sí los tiene. El agua con limón puede ser beneficiosa para nuestra salud gracias a las propiedades del limón. Es rico en vitamina C, vitaminas del grupo B, potasio y magnesio. Contiene flavonoides, que nos protegen de los agentes antioxidantes externos, gracias a que refuerzan las paredes de los vasos capilares mejorando la elasticidad de las arterias y la circulación venosa, y previene la obesidad, entre otras muchas propiedades.

Pero dentro de estos beneficios a lo largo de los años se han ido consolidando en el imaginario popular, una serie de mitos relacionados con el consumo de agua con limón a diario que no son verdad, los más comunes son estos:

- Favorece la pérdida de peso: siempre se ha asociado que beber agua con limón en ayunas nos ayuda a adelgazar y nada más lejos de la realidad. Incluso el exceso de ácidos puede resultar perjudicial. Hasta el momento no existe ningún estudio en el cual se relacione el limón con la pérdida de grasa.

- Mejora la digestión: no existen datos que aseguren que el limón incremente el metabolismo basal.

- Previene el cáncer: es otro de los mitos más extendidos e incluso, existen estudios del Instituto de Investigación del cáncer de EE.UU. que desmienten la relación entre la dieta alcalina y la prevención del cáncer.

- Es bueno para el estado de ánimo: el limón no se encuentra dentro del listado de alimentos con triptófano, es decir, que aumentan los niveles de serotonina, un químico neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, entre otras funciones. Por lo que debemos desterrar también este mito.

- Es bueno para el acné: el limón es un buen cicatrizante pero no existen estudios que relacionen esta fruta con la formación de colágeno.