Pocos se escapan del dolor de espalda o una contactura a lo largo de su vida y menos aún si pasan la jornada laboral sentados. Pero como solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena lo normal es que no hagamos ni caso a nuestras lumbares, dorsales y demás hasta que nos fallan y nos dejan dobladas en el sofá de casa. Entonces sí, hacemos propósito de enmienda y revisamos movilizaciones de Pilates para tener una espalda sana y vídeos de Youtube con ejercicios para fortalecerla . Para que tú no llegues tarde te mostramos, en tres pasos, cómo evitar llegar a esta situación: basta con que chequees tu postura cada vez que te sientes y compruebes si estás cumpliendo estas tres normas.
Para mantener tu espalda en su sitio no solo necesitas un buen soporte lumbar y un buen asiento: tus pies deben estar apoyados en el suelo (o en un reposapiés). Si eres de las que tiene como costumbre colocar los pies apoyados en las ruedas o las patas de la silla, mal hecho. Esa postura obliga al cuerpo a desplazarse hacia delante forzando la curvatura de la zona lumbar.
Tanto las caderas como las rodillas tienen que permanecer en un ángulo de 90 grados para que la espalda no sufra. Si tu silla no te permite estar con ambos pies apoyados en el suelo y las rodillas y caderas en ese ángulo, bájala porque estás demasiado alta.
Reclinarse en la silla como un jefe de los noventa de Wall Street acaba en ciática. Si tu respaldo no está recto no sirve de soporte para tu espalda, al contrario, los músculos de la espalda y los hombros intentarán compensar la postura y acabarás con una buena contractura de regalo.
Otro factor que también acaba en contractura a menudo es que la silla no quepa debajo del escritorio o que no tenga reposabrazos lo que no permite que los codos descansen en ángulo recto al trabajar con el ratón del ordenador. Vigila el ángulo de tus codos y su soporte para no tener que alargar los brazos y acabar con una dolorosa contractura en el hombro.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?