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El estudio ANIBES de la Fundación Española de Nutrición lo advirtió: los españoles no llegamos a los requerimientos mínimos de magnesio que hay que tomar al día, de hecho, el 50% de la población se queda por debajo de los 300-400 mg diarios recomendados. Un déficit que se puede manifestar de muchas maneras, dolores menstruales incluidos. Si quieres saber cómo obtener todo el magnesio que necesitas y qué síntomas te alertan de que no lo estás tomando, sigue leyendo.
El magnesio es el comodín que las células necesitan para realizar todo tipo de funciones, desde que tu corazón lata sin arritmias a que se puedan fabricar las hormonas que necesitas o tus huesos permanezcan fuertes. Pero los síntomas de que no estamos consumiendo suficiente magnesio pueden ser sutiles y no les damos la importancia que deberíamos.
El primero de esos síntomas es la fatiga. El magnesio está implicado en la buena salud de los músculos, por eso cuando falta los músculos no se relajan adecuadamente y acaban agotados provocando una sensación de cansancio excesivo. Esa incapacidad para relajarse también puede traducirse en dolor: no es extraño que las personas con déficit de magnesio sufran más calambres (incluidos dolores de tripa durante la menstruación) y cefaleas tensionales porque ni los músculos ni el sistema nervioso son capaces de relajarse de forma adecuada.
Esa tensión también afecta al sistema nervioso y a nuestro ánimo. Si al cansancio se le añade un poco de tristeza y mucho insomnio, todos ellos son síntomas que pueden ser provocados por la falta de magnesio.
Este mineral también es uno de los nutrientes implicados en el control de los picos de glucemia en sangre, ya sabes, esos que cuando se producen te hacen acabar con un paquete de galletas en un pestañeo. Pero además, como el cuerpo es sabio, a veces incluso nuestro gusto por un determinado alimento puede darnos una pista de que sufrimos un déficit de magnesio… y ese alimento es el cacao.
El chocolate contiene magnesio. Si tu apetencia por él se ha disparado al mismo tiempo que tus dolores de cabeza, tu cansancio y tus noches en blanco, es hora de revisar tu ingesta de magnesio… y de dejar de darte atracones de chocolate.
Puedes conseguir unos niveles aceptables (y nutricionalmente más saludables) de magnesio consumiendo a diario alimentos que contienen magnesio más saludables que una chocolatina. Entre esos alimentos se encuentran los cereales integrales (especialmente la quinoa y la avena), las verduras de hoja verde (obre todo las espinacas), las semillas de calabaza, el brócoli, los frutos secos (sobre todo las almendras) y las legumbres.
Además, debes tener en cuenta que algunas condiciones de salud pueden impedir que el cuerpo pueda aprovechar el magnesio que ingieres. Por ejemplo, la diabetes tipo 2 y los problemas de digestión crónicos (especialmente en el intestino) impiden la buena absorción del intestino. Y también influye el resto de nutrientes de nuestra dieta: si tomamos un exceso de vitamina C o calcio se puede restringir la absorción del magnesio.