vivir
vivir
Es uno de los superalimentos top en cualquier dieta que se precie. Tanto por sus incontables propiedades y beneficios como por su versatilidad, pues encontrarás muchas maneras de comer semillas de chía. Desde el agua de limón con chía hasta purés y batidos. Las semillas de chía son buenas para ti a todos los niveles y aquí tienes diez razones para convencerte de todas sus bondades.
Parece increíble que algo tan pequeño contenga tanto poder nutricional y con tan pocas calorías. Dos cucharadas proporcionan apenas 137 calorías y un gramo de carbohidratos digeribles. Y tendrás todo esto: fibra, proteína, omega-3, calcio, manganeso, magnesio, fósforo, zinc y muchas vitaminas.
Otra área en la que brillan las semillas de chía es por su alto contenido de antioxidantes, que te ayudarán a combatir los radicales libres, esas cosas tan nocivas que pueden dañar las moléculas celulares y contribuir al envejecimiento y enfermedades como el cáncer. Tendrás un refuerzo de tu sistema inmunológico y una protección frente a los virus.
Una taza de semillas de chía tiene 12 gramos de carbohidratos y 11 de ellos son fibra que su cuerpo no digiere. ¿No es alucinante? Entre otras cosas, la fibra no eleva el azúcar en sangre ni requiere la eliminación de la insulina. Tendrás una sensación de saciedad, se ralentizará la absorción de los alimentos y te ayudará a ingerir menos calorías.
Las semillas de chía contienen una cantidad estimable de proteínas, y más si se compara con la mayoría de vegetales. La proteína tiene varios beneficios para la salud y es, con mucho, el nutriente dietético más estimado para perder peso. Una ingesta alta de proteínas reduce el apetito y se ha demostrado que reduce los pensamientos obsesivos sobre la comida.
El alto contenido de fibra y proteínas de las semillas de chía será un aliado maravilloso en tu batalla contra el peso. Resulta que como su fibra soluble absorbe grandes cantidades de agua y se expanden en el estómago, aumenta la sensación de plenitud y ayuda ralentizar la absorción de los alimentos. (enlace)
Las semillas de chía son muy ricas en ácidos grasos omega-3. Contienen gramo por gramo índices más altos que el salmón, por ejemplo. No obstante, debes tener una cosa muy en cuenta: los omega-3 de los vegetales tienden a ser muy inferiores a los de las fuentes animales. Así que tómate las semillas de chía como un complemento en este sentido.
Lo que no admite discusión es que las semillas de chía son ricas en varios nutrientes que son fundamentales para la salud ósea. Por ejemplo, calcio, fósforo, magnesio y proteínas. Particularmente, su contenido en calcio te deja con la boca abierta: cerca de un 18 por ciento por cada 30 gramos. Si no tomas lácteos, es tu elección.
Los niveles altos de azúcar en sangre en ayunas son un síntoma típico de la diabetes tipo 2 no tratada. Las semillas de chía pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y el control del azúcar, estabilizando sus niveles después de las comidas. Tenlo en cuenta si eres diabética porque te puede ayudar.
La inflamación es la respuesta normal de su cuerpo a una infección o lesión. Por ejemplo, puedes ver cómo aparece piel enrojecida e hinchada. Y una inflamación crónica se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y cáncer. La evidencia sugiere que comer semillas de chía puede reducir los índices.
Las semillas de chía son increíblemente fáciles de meter en tu dieta. Tienen un sabor muy suave y podrás agregarlas a cualquier cosa. Se pueden comer crudas, remojadas, añadirlas a purés y batidos, incorporarlas sobre cereales y yogures, junto a verduras o arroces… Agregar semillas de chía a tus recetas aumentará drásticamente el valor nutricional de tus platos.