Las grasas también pueden ser buenas: cuáles son las saludables que debes consumir

Existen suficientes razones por las que no deberías eliminar las grasas de tu dieta de adelgazamiento. Lo fundamental es saber cuáles son las grasas saludables y distinguirlas de las que no lo son. A partir de aquí, ya estarás en disposición de elegir los alimentos con grasas beneficiosas que mejor se adaptan a tu metabolismo para que puedas tomarlas sin remordimientos y aprovecharte de todas sus virtudes. Y son muchas.

Los tiempos están cambiando y los nuevos estudios muestran que la grasa, incluida la grasa saturada, no es el diablo. La verdadera Cruella de Vil de la dieta es el azúcar. Porque debes saber que ahora se llama “superalimento” a todo aquel que es saludable y contiene grasas “buenas”.

La grasa es un tipo de nutriente que, al igual que las proteínas y los carbohidratos, tu cuerpo necesita para obtener energía, absorber vitaminas y proteger la salud de su corazón y cerebro. Durante años han dicho que comer grasa aumenta centímetros de cintura y colesterol. Y que provoca una gran cantidad de problemas de salud. Pero ahora se sabe que no todas las grasas son iguales.

Las grasas “malas”, como las trans, artificiales o saturadas, son las culpables de lo peor: aumento de peso, arterias obstruidas, mayor riesgo de ciertas enfermedades, etc. Pero las grasas “buenas”, como las insaturadas y los ácidos grasos omega-3, tienen el efecto contrario. De hecho, juegan un papel muy importante para ayudarte a equilibrar tu estado de ánimo, combatir la fatiga e incluso controlar su peso.

Dado que la grasa es una parte importante de una dieta saludable, en lugar de apostar por una dieta baja en grasas, la elección debe ir más bien a por las grasas “buenas”, las beneficiosas, mientras limitas las “malas” y dañinas. Así, son las grasas monoinsaturadas y las poliinsaturadas las que se conocen como “grasas buenas” porque te ayudan a muchas cosas. Por ejemplo: reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, bajar los niveles de colesterol malo LDL, aumentar el bueno, etc. (enlace)

Agregar más de estas grasas saludables a tu dieta también puede ayudarte a bajar de peso. ¿Cómo? Muy sencillo: te sentirás más saciada después de una comida, reducirás el hambre y, por tanto, comerás menos.

Encontrarás grasas monoinsaturadas en el aceite de oliva, aguacates, aceitunas, frtiso secos como las almendras o los cacahuetes… Y hallarás grasas poliinsaturadas en pipas de girasol, sésamo y calabaza, semillas de lino, nueces, pescados grasos como salmón o atún, leche de soja o tofú.

Las grasas malas se encuentran sobre todo en las grasas trans, que se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como pueden ser la manteca o la margarina. Es el peor tipo de grasa, ya que no solo aumenta el colesterol LDL malo, sino que también reduce los niveles buenos de HDL. Aparecen en pasteles, galletas, magdalenas, chips, muchos alimentos congelados, etc.

Las grasas saturadas no son tan dañinas como las trans, pero también pueden aumentar el colesterol LDL malo y afectar negativamente la salud del corazón, por lo que es mejor consumirlas con moderación. Aparecen en carnes rojas, piel de pollo, helados o quesos y otros lácteos.

Lo que es seguro es que eliminar las grasas trans y limitar el consumo de las saturadas puede ayudar a mejorar su salud, siempre que tengas cuidado de reemplazarlas por grasas buenas en lugar de por carbohidratos refinados.