vivir
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Llegas a los 45 años y notas que algo comienza a cambiar en ti. De forma leve, casi sutil. Y piensas en lo que has leído sobre menopausia y depresión. O en aquella conversación que escuchaste sobre remedios naturales para regular los síntomas de la menopausia. O incluso lo que te ha dicho tu mejor amiga con una pequeña preocupación sobre cómo adelgazar durante la menopausia. Creías que todo eso era ajeno a ti, pero ahora ves que ya no. Quizá estés en la premenopausia. Y todavía no es la perimenopausia.
Aunque esta nueva etapa de la vida es bien conocida, en realidad hay diferentes fases dentro de la menopausia que es importante reconocer y comprender. La menopausia en sí ocurre oficialmente cuando dejas de menstruar, pero antes vienen dos fases. La primera es la premenopausia, el “antes”, mientras que la perimenopausia es más bien “ya cerca de la menopausia”, la fase de transición más directa hacia la menopausia.
La premenopausia y la perimenopausia se usan indistintamente con mucha frecuencia, pero técnica y prácticamente tienen significados diferentes. Lo importante: en premenopausia no tienes síntomas de perimenopausia o menopausia; o, en todo caso, son mucho menos acusados. Todavía tienes períodos, ya sean regulares o irregulares, y sigues en años reproductivos. Lo que sí puede estar ocurriendo es que comienzas a tener algunas variaciones hormonales. Pero no hay cambios notables en tu cuerpo.
Durante la perimenopausia ya comienzas a experimentar síntomas propios de la menopausia. Pueden incluir cambios en tu ciclo menstrual, los clásicos sofocos, trastornos del sueño, irritabilidad y cambios de humor… No todas las mujeres experimentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad.
La menopausia ocurre cuando los ovarios dejan de producir estrógeno y otras hormonas sexuales. Normalmente se tiende a “oficializar” el comienzo de la menopausia cuando no has tenido períodos durante 12 meses seguidos. Los cambios que conducen a la menopausia ocurren gradualmente y, por ejemplo, los niveles de estrógeno comienzan ya a fluctuar en los años previos a la menopausia. Es lo más común cuando estás en premenopausia y no has llegado a la perimenopausia. Y ya con el tiempo, llegará una interrupción en el ciclo menstrual y podrán venir otros cambios. Así, los períodos pueden continuar durante varios años antes de que comience la menopausia.
Cada mujer es un mundo y lo mejor es que consultes a tu ginecólogo de confianza. No hay reglas fijas. De hecho, hay mujeres que pasan de la premenopausia a la menopausia sin pasar por la perimenopausia. Y, como ya se ha señalado, los síntomas son muy variados de una persona a otra. Tanto en intensidad como en duración.
Lo más común es que durante la premenopausia tengas ya algún síntoma común. Por ejemplo, períodos irregulares, como resultado de la reducción gradual de los niveles de estrógeno y una ovulación impredecible. O leves sofocos, que primariamente se podrían manifestar como un acaloramiento repentino. O una disminución de la libido, que puede deberse a los estrógenos o la sequedad vaginal. O los cambios de humor, irritabilidad o cierta ansiedad, asociados con la interrupción del sueño o los dichosos cambios hormonales.