Anacardo: ¿mejor crudo o tostado? Beneficios y propiedades de un fruto seco repleto de vitaminas y minerales

Es el fruto del árbol de anacardo, un árbol tropical nativo de Brasil que ahora también se cultiva en las zonas más cálidas en todo el mundo. Serás más feliz con un anacardo en tu vida porque tiene triptófano y encontrarás una fuente de nutrientes con más propiedades de las que imaginabas . Y más: ¿sabías que también está entre los alimentos que te ayudan con los dolores de cabeza ? Aquí tienes toda la información que necesitas para conocer a un nuevo amigo.

La primera pregunta que nos planteamos es: ¿son mejores los nacardos crudos o tostados? Realmente, los estudios no son concluyentes a la hora de dar una respuesta. Los dos tienen fortalezas y alguna debilidad. Los anacardos crudos son muy saludables, pero pueden contener bacterias perjudiciales, si bien éstas no suelen causar enfermedades. Los tostados pueden contener menos antioxidantes y vitaminas. Además, sus grasas saludables también pueden modificarse y no ser tan efectivas.

Si deseas comer anacardos tostados, ten en cuenta que a veces los que se venden en las tiendas están sazonados con sal y algunos incluso recubiertos de azúcar. Una opción fantástica: cómpralos crudos y tuéstalos tú misma. Preferiblemente en el horno. Mantendrás todas las propiedades y añadirás sabor. Lo que es seguro es que no te vas a equivocar con ninguna de las opciones, ya sean anacardos crudos o tostados porque ambas variedades contienen cantidades similares de calorías, proteínas, carbohidratos y fibra. Esas propiedades redundan en grandes beneficios del anacardo para tu sistema metabólico .

El anacardo es rico en nutrientes y compuestos vegetales beneficiosos para tu organismo. Además, es enormemente versátil y lo podrás añadir a un sinfín de platos. Como la mayoría de frutos secos, los anacardos también tienen suficientes propiedades como para aportarte grandes beneficios para tu bienestar: ayuda a perder peso, controla el azúcar en sangre y propicia un corazón más sano, entre muchos otros.

Habrás escuchado que el anacardo tienen grasa, pero tranquila: es de la buena porque se trata de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. ¿Esto qué significa? Muy sencillo: no se acumulan como grasa al metabolizarse rápidamente. Y no solo eso, sino que como tiene muchos hidratos de carbono de absorción lenta, te ayudará a estabilizar y controlar nos niveles de azúcar en sangre.

Además, comer unos cuantos equivale a tener una gratificante sensación de saciedad, lo que contribuirá a quitarte las ganas de picotear. Unos pocos anacardos equivalen a un candado en la nevera. Así que ya sabes: será tu snack favorito para tomar entre horas, agregarlo a las ensaladas o cocinarlos junto a otros ingredientes para hacer más sabroso sus platos. Sí, porque es un fruto seco de lo más versátil. Solo tienes que tener una precaución: poseen 575 calorías por cada 100 gramos, por lo que tampoco te pases. Con un puñado de anacardos debería ser suficiente. No devores la bolsa entera.

Si buscas añadir a tu dieta alimentos con poder antioxidante, el anacardo es una elección perfecta. Por su contenido en cobre podrás convertir en inofensivos los radicales libres y proteger tu corazón. Además, previene algunos tipos de cáncer. Y efectivamente, son los frutos secos con mayor contenido en azúcar. Pero tranquila porque compensan este exceso aportando unas estupendas dosis de nutientes: vitaminas B3, K, A y potasio. Y también son estupendos para fortalecer el sistema inmune.

Basta tomar 15 anacardos al día para comenzar a sentir sensación de saciedad, controlar tu colesterol, protegerte de algunos tumores, despejar tu cabeza, ayudarte a mitigar tus malditas migrañas, proteger tu corazón y hasta vivir más años. Lo dice la ciencia, y concretamente la prestigiosa revista New England Journal of Medicine: “Las personas que comen frutos secos siete o más veces por semana tienen una tasa de mortalidad un 20 por ciento menor”.