Has mirado las dietas más buscadas para ver cuál te encaja y no ha dado resultado. Luego has probado algunas de las supuestas mejores dietas para cuidar tu salud y tampoco. Y ya, muy desesperada, te has lanzado a por esa dieta que promete adelgazar en un tiempo récord y ha acabado contigo. Primero de todo, no abandones. Segundo, no te compliques la vida. Y tercero, aprende a comer. Aquí tienes cómo y por qué:
Una dieta baja en carbohidratos tiene varios objetivos: reduce tu apetito, provoca una pérdida de peso rápida y mejora tu salud metabólica. Es la primera clave para saber comer y adelgazar más rápido. Reduce drásticamente el consumo de azúcares y carbohidratos para sustituirlos por alimentos integrales.
Cuando haces eso, tus niveles de hambre bajan y por lo general terminas comiendo menos calorías. Si eliges algo tan sencillo como los cereales integrales, te beneficiarás de un mayor contenido de fibra y los digerirás más lentamente. Tendrás una sensación agradable de saciedad y bajará tu ansiedad por comer.
Cada una de tus comidas debe incluir una fuente de proteína, otra fuente de grasa, verduras y una pequeña porción de carbohidratos complejos. La proteína te ayuda a preservar su salud y masa muscular mientras pierdes peso. También contribuye a reducir los antojos y los pensamientos obsesivos sobre la comida, eliminar el deseo de picar por la noche y te da sensación de saciedad. (enlace)
Las fuentes de proteínas saludables incluyen carne, pescados, huevos, proteínas y verduras bajas en carbohidratos. Todo debe consumirse con moderación, salvo el caso de los vegetales de hojas verdes, que no tiene restricciones. Están llenos de nutrientes y puedes comer cantidades muy grandes sin aumentar casi las calorías y carbohidratos. Y no te olvides de las grasas que hay en pescados y del aceite de oliva.
Para adelgazar rápido no basta con hacer bien la dieta y elegir los alimentos idóneos, sino que hay que saber cómo comer. Prestar atención al propio acto de sentarse delante del plato. Por ejemplo, está demostrado que comer rápido puede llevar a un aumento de peso con el tiempo, mientras que comer lento te hace sentir más llena y estimula las hormonas reductoras de peso.
De la misma forma, masticar bien reduce los niveles de estrés, te sacia, propicia una buena digestión y finalmente contribuye decisivamente a perder peso. Igual que acostumbrar a tu estómago a comer siempre a horarios regulares y constantes. Y todo lo redondearás apuntándote a la nueva tendencia del mindful eating, la atención plena al comer. Concéntrate en el plato, disfruta y baja de peso más rápido de lo que nunca lo has hecho.