En muchas de las recetas favoritas de los mejores chefs, aparece la anchoa por su increíble versatilidad y elegante sabor. De hecho, la ganadora de MasterChef 4 venció con un plato de anchoas. Y si te gustan los aperitivos con banderillas, este pequeño pescado aparece como un ingrediente estelar. Es hora de reivindicarla no solo por sus virtudes culinarias, sino también por su maravillosa contribución a la salud.
Las anchoas poseen un perfil rico en nutrientes. Son particularmente ricas en ácidos grasos omega-3, proteínas y vitaminas y minerales, que son responsables de los beneficios de las anchoas para la pérdida de peso, el cáncer y la salud del corazón y el cerebro. Eso sí, ten en cuenta que la mayoría de las variedades procesadas tienen un alto contenido de sodio y que comer anchoas crudas puede aumentar el riesgo de infección parasitaria. Se les agrega sal para extraer agua y humedad para que las bacterias y microbios no puedan desarrollarse y estropearlas. Otro método de procesamiento es encurtirlas en vinagre, lo que da como resultado un sabor más suave.
Las anchoas contienen muchos nutrientes, algo maravilloso para un alimento tan aparentemente insignificante. Unos 50 gramos de anchoas enlatadas en aceite proporcionan menos de 100 calorías, más de 10 gramos de proteína, apenas 5 gramos de grasa, ningún carbohidrato y buenas dosis de vitaminas B3 y B12, selenio, hierro y calcio. La vitamina B3, o niacina, ayuda a convertir los alimentos en energía mientras que sus minerales ayudan a transportar oxígeno desde sus pulmones y tener huesos más fuertes.
Las anchoas cuentan con ácidos grasos omega-3 y selenio, nutrientes que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Contribuyen a mejorar la presión arterial, el colesterol, la inflamación y los niveles de triglicéridos, así como la función de los vasos sanguíneos y el flujo al corazón para reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
La investigación ha relacionado los niveles bajos de selenio con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. El aumento de su ingesta puede conducir a una reducción de ese riesgo debido a su capacidad antioxidante, que disminuye los niveles de estrés oxidativo y la inflamación asociados con la enfermedad cardíaca.
Si estás a dieta y no quieres renunciar al placer de los snacks, no dudes en acudir a las anchoas. Cuentan con una c antidad bastante apreciable de proteína, algo fundamental en una dieta equilibrada y que puede promover la pérdida de peso. Comer este nutriente en cualquier picoteo te ayuda a sentirse llena y saciada.
El contenido de omega-3 y selenio de las anchoas puede proporcionar otros beneficios adicionales como una mejora en la salud de tu cerebro. La deficiencia de estos ácidos grasos se ha relacionado con un envejecimiento cerebral acelerado y un mayor riesgo de demencia, enfermedad de Alzheimer y depresión. Solo tienes que vigilar un posible consumo excesivo de sodio, algo que aumenta el riesgo de desarrollar presión arterial alta.