Por qué debes beber más agua a los 50 años: cuántos vasos al día es aconsejable tomar para rejuvenecer

El agua es de gran importancia para todos los seres vivos. Según los estudios, el 55% del cuerpo de las mujeres adultas está compuesto de agua. La cuestión es que cada vez existe un menor hábito de tomarla, por más que sea la bebida de elección por encima de cualquier otra. Es fundamental para alargar la vida de las células y envejecer saludablemente. Quienes lo saben incorporan incluso un vaso de agua cada mañana para empezar el día a tope.

El agua cumple una serie de propósitos esenciales en el cuerpo. Por ejemplo, se trata de un nutriente vital para la vida de cada célula, ya que permite que las estas crezcan, se reproduzcan y sobrevivan. También lubrica las articulaciones y actúa como un amortiguador para el cerebro y la médula espinal.

Otra de las funciones de suministrar agua a tu cuerpo es facilitar muchas funciones importantes, como la circulación, la absorción, la digestión, el transporte de nutrientes, la regulación de la temperatura corporal y la producción de saliva. Y además ayudará a que los riñones eliminen los desechos y las toxinas a través de la micción.

Desafortunadamente, muchos adultos mayores de 50 años no beben suficiente agua, lo que los pone en riesgo de deshidratación. El peligro es mayor si se tiene en cuenta que a medida que se acumulan años disminuye la sensación de necesidad de beber con frecuencia. Además, tomar medicamentos aumenta el riesgo de deshidratación y la menor actividad física tampoco estimula su consumo.

La mayoría de los expertos recomiendan que los adultos beban ocho vasos de agua al día. Es lo que se llama 'la regla del 8x8'. Sin embargo, algunos expertos sugieren que lo mejor es beber agua constantemente a lo largo del día. Para los adultos mayores con mayor riesgo de deshidratación, esta última suele ser una mejor opción.

Es normal que a veces no apetezca beber más agua o que simplemente se te olvide mantenerte hidratada. Por eso, lo mejor es echar mano de varios trucos de forma que tú misma recibas estímulos para beber más durante el día. No lo dudes: tu cuerpo lo va a notar. Y tiene efectos inmediatos.

Lleva consigo una botella de agua en todo momento y tenla a mano para beber en cualquier situación. Puedes reponer el contenido de la botella cada vez que estés cerca de un grifo o una fuente. Echa un trago cada tanto. Si tienes la botella a mano, en todo momento tendrás el recordatorio de beber.

Una norma general es beber antes de sentir sed, la señal que ofrece tu cuerpo de que vas camino a la deshidratación. Por eso es tan importante beber líquidos incluso antes de estar sedienta. Como leíste antes, si tienes una botella a mano te va a ser muy sencillo evitar la deshidratación.

No dudes en darle gusto a tu agua y usa saborizantes naturales. Los zumos naturales de frutas y verduras como limones, fresas o pepinos son una excelente manera de excitar tus papilas gustativas con un poco de sabor. El té sin azúcar también te ayuda a mantenerte hidratada de forma saludable.

El agua mantiene todos los sistemas del cuerpo funcionando correctamente. La Facultad de Medicina de Harvard señala que el agua tiene muchas funciones importantes, como llevar nutrientes y oxígeno a las células, eliminar las bacterias de la vejiga, ayudar a la digestión, prevenir el estreñimiento, normalizar la presión arterial, proteger órganos y tejidos, regular la temperatura corporal o mantener el equilibrio de electrolitos.

Suministrar a tu cuerpo de suficientes líquidos para llevar a cabo todas estas tareas es sinónimo de mantenerte hidratada. Si no bebes suficiente agua todos los días, correrás el riesgo de deshidratarte. Las señales de advertencia de deshidratación incluyen debilidad, presión arterial baja, mareos, confusión u orina de color oscuro. Y ya sabes: el verano es una época propicia para sufrirlo.