Tomar bebidas light, no beber la suficiente agua y ponerle azúcar al café son los tres errores típicos que te hacen engordar. /
Seguir una alimentación equilibrada es clave para perder peso de manera saludable, pero controlar lo que bebes es casi tan importante y muchas veces lo descuidamos. O lo que es peor, pensamos que lo estamos haciendo bien pero, en realidad, cometemos errores que nos llevan a sumar unos kilos de más a la ecuación que después son muy complicados de eliminar.
Lo primero que te advierten cuando te planteas perder peso es de los peligros del alcohol. Y no mienten, ya que las bebidas alcohólicas tienen muchísimas calorías vacías. Una copa de vino tinto, por ejemplo, aporta 150 calorías mientras que una lata de cerveza tiene 142. Pero no es la única bebida que deberías controlar.
Y es que existen muchos otros factores que muchas veces, por sencillos, pasan inadvertidos. Aquí tienes los tres errores más frecuentes que cometemos todos con lo que bebemos y que pueden estar saboteando todos tus esfuerzos para perder peso. Toma nota y ponlos en práctica:
Son muchas las personas que creen que los refrescos denominados light o zero son inofensivos porque no contienen calorías pero, según varias investigaciones, estas bebidas pueden tener un impacto negativo en el peso. Si tu objetivo es adelgazar, deberías sustituir este tipo de bebidas por agua o agua con gas sin azúcar.
Echar azúcar al café te hace engordar. /
De hecho, según un estudio científico publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica, las personas que consumen a diario refrescos light tienen un perímetro de cintura cuatro veces más grande que aquelllos que siguen una dieta similar pero sin este tipo de bebidas.
No beber la suficiente agua puede dificultar tus esfuerzos por perder peso ya que contribuyen a acelerar el metabolismo y, además, ayuda a controlar el hambre. Y es que las personas tendemos a confundir el hambre y la sed, por lo que, cuando sientas hambre, aconsejan tomar un vaso de agua y esperar a ver si se te pasa.
Si no se está acostumbrado a la sensación de falta de agua, lo que se activa la sensación de hambre y, generalmente , antojo de dulce. Para contrarrestarlo, puedes tener una botella de agua siempre al lado y así también favoreces la ingesta del litro y medio o dos litros recomendados al día.
La gran mayoría de las personas que consumen café lo endulzan con azúcar o con sacarina. La Organización Mundial de la Salud ya ha advertido contra esto por sus posibles efectos adversos a largo plazo: «Las personas deberían reducir totalmente el sabor dulce de la dieta, desde una edad temprana, para mejorar su salud«, aseguran.
Además, los edulcorantes afectan a la microbiota intestinal y, al tratarse de productos inflamatorios, pueden hacer que el organismo extraiga más grasa de los alimentos, por lo que podría conllevar a ganar más peso. Para evitarlo, existen alternativas como incluir canela, especias o leche vegetal, que ya tiene un dulzor diferente.