Alexandra Pereira tomando un desayuno completo / @alexandrapereira

bienestar

Descubre los beneficios de la dieta flexitariana: adelgaza, mejora tu salud cardiovascular y ayuda a prevenir patologías crónicas

El flexitarianismo es una dieta basada en una dieta vegetariana flexible que incluye el consumo ocasional de carne, y se ha popularizado por aportar grandes beneficios para la salud.

Los estilos de vida vegetarianos y veganos son cada vez más populares en la sociedad, bien sea por cuestiones éticas o por no ser muy amante de la carne. La dieta flexitarianase basa en los principios del vegetarianismo, pero es un poco más laxa porque permite el consumo ocasional de carne, pescado y mariscos. Esta dieta es perfecta para quien quiera dejar paulatinamente el consumo de carne. Si estás pensando en pasarte al estilo de vida vegetariano, quizás empezar por aquí pueda facilitarte el proceso.

Es importante aclarar que, aunque su base sea la dieta vegetariana, el flexitarianismo no se considera parte de este movimiento, pues la carga ética que conlleva no se encuentra aquí. Si bien es cierto que es un perfecto puente hasta llegar aquí, comer carne o pescado de manera ocasional no es ningún tipo de transgresión ni falta a los principios, no tienes por qué sentirte culpable si comes carne siendo flexitariano.

No solo pueden sumarse a ella las personas que estén pensando en hacerse vegetarianas, sino que es perfecta para aquellas que no son amantes de la carne o que, por alguna razón, quieren reducir su consumo. Además, como se fundamenta principalmente en el consumo de fruta y verduras, es una dieta rica en nutrientes que aporta múltiples beneficios para el organismo.

Mercado de frutas/PEXELS

Beneficios de la dieta flexitariana

Una de las grandes ventajas de este estilo de vida es que cuida de tu salud cardiovascular. El principal causante de las enfermedades cardiovaculares es el colesterol y la acumulación de grasas saturadas que se produce por un consumo excesivo de carne roja. Los alimentos que más predominan en esta dieta son ricos en antioxidantes y antiinflamatorios, lo que revierte estos efectos nocivos y cuidan de tu salud. Además el riesgo se reduce en la medida en la que el consumo de carne es más limitado.

Esta dieta aboga por la reducción de alimentos procesados, ricos en grasa y azúcares, y en general alimentos con gran impacto calórico. Por ello, una de sus mayores ventajas es que es perfecta para planes de adelgazamiento. Una de las grandes ventajas de este plan es que se constituye sobre una alimentación equilibrada, por lo que la pérdida de peso que deriva de ello es completamente saludable y no tiene los riesgos de las dietas restrictivas.

El flexitarianismo ayuda a prevenir patologías crónicas como las enfermedades intestinales o la aparición de cálculos biliares o renales derivados del consumo descontrolado de proteínas y de grasas presente en las carnes rojas. Además, también ayuda a prevenir la obesidad y el sobrepeso. En definitiva, favorece un mejor funcionamiento del organismo y un bienestar general.

Qué comer en la dieta flexitariana

Si estas ventajas te han convencido para sumarte a esta tendencia pero no sabes muy bien cómo empezar, te presentamos ideas para que no pierdas más tiempo y te beneficies de todas sus propiedades. Como hemos dicho, la base de esta alimentación es la fruta y la verdura. En este ámbito no hay restricciones: puedes consumir las que más te gusten y combinarlas como quieras.

Plato de carne roja y copa de vino/PEXELS

Las legumbres, los cereales ,el arroz o las semillas son también un pilar fundamental en esta alimentación. Constituyen una fuente de proteínas vegetales muy importante, son ricos en fibra, en hierro y en potasio, por lo que son la alternativa perfecta para suplir las carencias nutricionales que un bajo consumo de carne puede traer consigo.

En cuanto al consumo de carne, pescado, huevos o marisco, no son la base de esta dieta, pero están permitidos. La clave está en reducir su ingesta y limitarla a ocasiones especiales o a momento puntuales en los que te apetezcan. No te excedas con ellas, pero tampoco te sientas culpable si en algún momento quieres consumirla.