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Por qué nos afecta tanto el cambio de hora cuando adelantamos el reloj con el horario de verano: los efectos negativos de la alteración en los ciclos circadianos

El cambio de hora se producirá a las dos de la amñana de la noche que va del sábado 26 al domingo 27 de marzo y los relojes se adelantarán una hora, por lo que dormiremos menos.

Ya ha llegado la primavera y, como todos los años, tenemos que adelantar una hora nuestros relojes. La gran mayoría de nosotros estamos contentos con este cambio, ya que supone tener más horas de luz al día (no como con el cambio de hora de invierno), pero lo cierto es que dormir una hora menos también puede tener sus efectos sobre nuestra salud. Ya sabes lo importante que es dormir bien, y tener una hora menos de sueño puede alterar nuestros ritmos circadianos, volviéndonos locas durante unos días. Qué bien que anochezca más tarde, ¿verdad? Pues no todo es tan bueno. Sigue leyendo...

Se alteran nuestros ritmos circadianos

Nuestros ritmos circadianos están controlados por un reloj biológico que se encuentra en una región del cerebro llamada hipotálamo. Este envía señales a otras partes del cerebro como la glándula pineal, que fabrica la melatonina, una hormona que nos ayuda a regular el sueño. Cuando hay luz, esta glándula inhibe la roducción de melatonina y con la oscuridad se estimula su producción, por lo que está directamente relacionado con el sueño. «Si movemos una hora el huso horario el reloj biológico seguirá en el huso anterior. Es decir, a las 7 de la mañana, tendrá la energía de las 6. El reloj biológico necesita un periodo de adaptación, es más fácil ganar tiempo, cómo se realiza con el cambio de horario de otoño, que perder tiempo, como ocurre cuando cambiamos el horario de primavera. Para adaptarse es necesario varios días entre 5 y 7», dice la psicóloga Blanca Alcanda, de Mundopsicologos.com.

Aparte de en los ciclos de sueño-vigilia, los ritmos circadianos también pueden influir en la secreción hormonal, en los hábitos alimentarios y la digestión, en la temperatura corporal y en otras funciones importantes del cuerpo.

Fatiga y somnolencia, principales efectos

Al alterar nuestros ritmos circadianos y, por tanto, las horas de sueño, el cambio de hora produce un pequeño desajuste que puede provocar cansancio y somnolencia. Aunque el despertador indique que es la misma hora de todos los días, nuestro cuerpo sabe que ha dormido una hora menos, por lo que pueden aparecer síntomas similares a los del jet lag: fatiga, somnolencia durante el día, dificultad para conciliar el sueño, irritabilidad, falta de concentración y disminución del rendimiento físico e intelectual. También podemos sentir hambre a deshoras o, todo lo contrario, falta de apetito o sensación de plenitud tras la comida.

Consejos para minimizar los efectos del cambio horario

Si suele afectarte el cambio de hora, intenta poner en práctica estas medidas para minimizar su impacto sobre tu salud:

- Intenta anticiparte: para que tu rutina del sueño no cambie de manera brusca, levántate un cuarto de hora antes cada día durante los días anteriores.

- Modifica tu horario de comidas: modifica tu horario de comidas para acostarse con el estómago satisfecho, pero sin sensación de hambre o de pesadez.

- Haz deporte: ejercita tu cuerpo, preferentemente en las primeras horas del día y no inmediatamente antes de acostarte.

- Reduce tu actividad durante el fin de semana del cambio de hora.

- No te eches la siesta.

- No tomes bebidas estimulantes: ni café, ni té, ni alcohol ni ninguna bebida excitante.

- No tomes medicamentos para dormir: los efectos del cambio de hora desaparecerán en unos días, ten un poco de paciencia.

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