Lees consejos para adelgazar y te informas sobre la diferencia entre perder peso y perder grasa. Y asumes que intentar adelgazar tendrá efectos secundarios, principalmente en tu estado de ánimo. Pero has tomado la mejor decisión. Ahora solo falta ponerse manos a la obra y lo primero, antes incluso de elegir dieta, es saber qué quitas de tu día a día. Y la ciencia te dice que hay cinco cosas que debes eliminar antes que nada para comenzar a perder peso: empiezas por las patatas fritas y acabas por la pizza. Los efectos (beneficiosos) serán casi inmediatos, tenlo por seguro.
Ya sean patatas fritas naturales o patatas de bolsa, este es el primer alimento a retirar de tu dieta. Son muy ricas en calorías y es fácil engancharse a ellas sin poder parar. Los estudios demuestran que las patatas fritas provocan un mayor aumento de peso por porción que cualquier otro alimento. Elige patatas cocidas, que sí son saludables y además sacian mucho.
Pizza, a tope de calorías
La pizza es una de las comidas rápidas más populares, pero es de las menos saludables. Son extremadamente altas en calorías y a menudo contienen ingredientes tan poco recomendables como harina altamente refinada y carne procesada. Si no puedes renunciar a ellas, apuesta por hacerlas en casa con ingredientes saludables o elige las veganas.
Refrescos, un desastre para el peso y la salud
Las bebidas azucaradas, como los refrescos, son uno de los alimentos menos saludables del planeta y pueden tener efectos desastrosos para la salud cuando se consumen en exceso. Tienen muchas calorías, pero tu cerebro no las procesa como alimentos sólidos. No te hacen sentirte llena y no comerás menos para compensar. En cambio, terminas agregando esas calorías a tu ingesta normal.
El pan blanco es muy refinado y, a menudo, contiene mucha azúcar añadida. Tiene un índice glucémico alto y puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre. Comer dos rebanadas al día eleva al 40% las posibilidades de ganar más peso. Busca alternativas porque hay muchos otros tipos de pan que puedes comer.
El alcohol proporciona más calorías que los carbohidratos y las proteínas y su consumo excesivo se asocia a un aumento de peso. Si bien beber vino con moderación hasta se considera beneficioso, no se puede decir lo mismo de la cerveza. Te hace querer comer más, dejas de quemar grasa y fomenta la grasa abdominal. Sí, la clásica y hasta mítica barriga cervecera.