Es evidente que las bebidas energéticas tienen peligro si no se sabe cuándo y cómo consumirlas. Hay quienes utilizan su cafeína para quitar el dolor de cabeza y quienes (erróneamente) las meten en el saco de bebidas light que no engordan. No se puede negar que las bebidas energéticas pueden proporcionarte un impulso de energía a corto plazo, pero debes saber cuándo y cómo consumirlas. Porque sus concentraciones de cafeína y azúcar pueden llegar a ser extremadamente nocivas.
Son muchos los estudios que demuestran que las bebidas energéticas pueden aumentar la concentración y la memoria en un 25%, además de reducir la somnolencia. Así, los trabajos clínicos sugieren que las bebidas energéticas son muy eficientes para los conductores y aquellas personas que tengan que pasar muchas horas al volante. Ese es un buen uso, por erjemplo.
Lo cierto es que la fórmula de las bebidas energéticas incluye un cóctel de ingredientes estimulantes con el azúcar y la cafeína a la cabeza. Cuando se trata de azúcar, muchas bebidas energéticas contienen cantidades extraordinariamente altas, a veces de hasta 10 cucharaditas por botella. Y la realidad es que consumir grandes cantidades de azúcares agregados puede hacer que tu energía aumente inicialmente y luego disminuya drásticamente, lo que a la postre puede causar que te sientas incluso más cansada que antes de consumir la bebida.
Además, y como también ocurre con el café, quienes toman regularmente bebidas energéticas pueden desarrollar tolerancia a la cafeína que contienen. Esto significa que el consumidor necesita beber cantidades cada vez mayores para experimentar los mismos efectos de aumento de energía.
En relación a lo anterior, mucho cuidado con consumir bebidas energéticas si tienes problemas de sueño. Algunas investigaciones muestran que las bebidas energéticas pueden reducir la duración y calidad del sueño. Si esto sucede con demasiada frecuencia, espacia mucho el tiempo que va desde su consumo hasta el momento de irte a la cama. Aquí cabe recordar que las bebidas energéticas suelen contener cantidades de cafeína significativamente más altas que el propio café. En ocasiones hasta cuatro veces más.
Esto puede hacer que algunos consumidores de bebidas energéticas excedan el límite diario recomendado de 400 mg de cafeína al día, lo que puede causar nerviosismo, ansiedad y palpitaciones cardíacas. También puede contribuir a desarrollar o empeorar los ataques de pánico.
La mayoría de los problemas de salud relacionados con las bebidas energéticas se centran en su contenido de cafeína. Varias bebidas energéticas también contienen extractos de hierbas como el guaraná, una fuente natural de cafeína que contiene alrededor de 40 mg de cafeína por gramo. Y ocurre que los fabricantes no están obligados a incluir esto en el contenido de cafeína que figura en la etiqueta del producto, lo que significa que el contenido total de cafeína de muchas bebidas puede subestimarse peligrosamente.
Intenta tomar bebidas energéticas siempre con moderación. Realmente, es poco probable que tomar ocasionalmente alguna cause algún daño, pero es mejor ser prudente y evitar consumirlas como parte de tu rutina. Principalmente por su cantidad de azúcar y cafeína. Y por supuesto, deben excluirlas las mujeres embarazadas y lactantes, los niños y los adolescentes.