Las Navidades son fechas de regalos, encuentros familiares y excesos gastronómicos. Que si el turrón, que si el cordero, que si el jamón ibérico. Y claro, para cuando llegamos al día de Reyes nuestras prendas favoritas puede que tengan que dejar de serlo, porque los atracones no perdonan. Para sobrellevarlo mejor, sin renunciar a nada, es muy recomendable apostar, entre los encuentros más importantes de esta época, por una cena ligera con una ensalada deliciosa y sana. Y para acompañarla podemos decantarnos por la fruta de temporada que les va a dar un sabor delicioso mientras nos ayuda a saciarnos.
A la hora de escoger la base de nuestra ensalada también podemos aprovechar las verduras que nos proporciona el calendario, y además de la lechuga y clásicos habituales en el supermercado como los canónigos o la rúcula, podemos incluir en nuestra ensalada espinacas o endivias que están de temporada. En cuanto a las frutas, en las estanterías de nuestra frutería ya contamos con frutas clásicas como la naranja o la manzana, y propuestas de temporada como la granada, las uvas o las fresas. Y ya solo nos quedará escoger un aliño, eso sí sin añadirle calorías.
La naranja está en su mejor momento y a estas alturas del año es cuando más sabor tienen. Como ya sabemos, es una fruta que nos aporta vitamina C, pero también son ricas en potasio y fibra. A la hora de incluirla en una ensalada podemos combinarla de una lechuga iceberg y un poco de cebolleta, o apostar por recetas más originales, con aguacate o con cebolla morada encurtida. Y si lo nuestro es el recetario español, acompañémosla de bacalao para degustar un plato típico granadino, el remojón.
En cuanto a la manzana, que también tiene mucha fibra, pero además blanquea los dientes y tiene un efecto saciante, es ideal para unirla a esas combinaciones de lechugas que encontramos en el supermercado, un puñado de frutos secos y queso, al estilo Waldorf. Pero también podemos mezclarla con conservas de pescado, como la caballa o el atún, con aceitunas negras o con pasas.
Entre nuestras ensaladas favoritas para esta época, en la que las uvas rojas están en su momento más dulce y sabroso, está la ensalada de canónigos. Con unos champiñones crudos, unas nueces y un poco de queso azul disfrutaremos de una cena llena de sabor que desmitifica eso de que las ensaladas son aburridas. Pero también podemos decantarnos por esta fruta que combate el estreñimiento, frena el envejecimiento y nos ayuda a eliminar líquidos acompañándola de un poco de pollo a la plancha o cambiando la lechuga por un poco de brócoli.
La piña también está en uno de sus mejores momentos y es una fruta baja en calorías, por lo que es ideal para este momento navideño. Diurética y desintoxicante, es una buena acompañante de otras frutas como el aguacate o el mango, y de carnes blancas como el pollo o el pavo, esté último también en su versión fiambre. Pero no nos podemos olvidar de los palitos de cangrejo o los langostinos, con los que conseguiremos una ensalada fresquísima aliñándola con lima y una pizca de chile.
Y aunque sea más como protagonista secundario como principal, no queremos dejar pasar otra de las frutas de temporada presentes este mes en nuestras tiendas, la granada. Rica en taninos, que favorecen la absorción del agua, esta curiosa fruta nos ayuda a reforzar el sistema inmunitario y a mejorar el aspecto de la piel. Y es una excelente compañera de otras frutas como la naranja y la manzana, de frutos secos como las nueces y de alimentos como la perdiz escabechada, el membrillo o las gulas.
No queremos terminar esta selección que nos va a ayudar a aliviar la presión gastronómica de estas fechas sin mencionar las fresas, que en realidad todavía no están de temporada, lo harán en enero-febrero, pero que ya podemos encontrar en el súper. Esta deliciosa fruta con propiedades depurativas y antiinflamatorias que es ideal en dietas para perder peso son un postre delicioso, pero también podemos contar con ellas para hacer más sabrosas nuestras ensaladas. Especialmente si quieres apostar por una base novedosa, como el canónigo, la rúcula o la hoja de roble. Solo tienes que acompañarla de un queso, mejor en sus versiones más ligeras como el feta, la mozzarella o el fresco, un puñado de nueces o piñones y tu vinagreta favorita.