¡Se puede! Cinco estrategias sencillas para eliminar de tu dieta comida basura, congelados y ultraprocesados

A estas alturas, seguro que sabes lo malo que es una dieta llena de comida basura, congelados y alimentos ultraprocesados. Lo que te cuesta es quitarse de ellos cuando ya te has acostumbrado a tomarlos casi sin pensar. Pero de verdad que no es tan difícil. Basta con tener las ideas claras y saber qué te puede ayudar a desterrarlos definitivamente de tu vida diaria.

Asúmelo: los ultraprocesados no te hacen más feliz. Si acaso, te generan un efímero momento de euforia, pero solo eso. Los ultraprocesados son peligrosos porque no aportan nada para tu salud. Igual que la comida basura o los congelados, que muchas veces son ultraprocesados. En resumen: los ultraprocesados acortan la vida. Si ya estás convencida de que debes desterrarlos de tu dieta, aquí tienes cinco formas efectivas de hacerlo. Y no es tan difícil, créelo.

La primera de las estrategias para evitar comer ultraprocesados: ten cerca snacks saludables

Si siempre vas con prisas, lo más habitual es que eches mano de bocadillos, sándwiches y snacks para quitarte el hambre. Y generalmente de forma poco saludable. Desde embutidos hasta las temibles patatas fritas o los pastelitos llenos de azúcar y más cosas. Pero tener nevera y despensa equipadas con snacks saludables es la solución: frutas frescas, todo tipo de frutos secos o hasta algún tupper de zanahorias con hummus. Y más ideas: huevos duros, rollitos de pavo o avena para la noche. Son saciantes y te quitarán el hambre y las ganas de picoteo.

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Cambia los productos refinados por los integrales

Esto es básico. Una de las formas más sencillas de reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados es comenzar a cambiarlos por alimentos integrales, mucho más saludables. Por ejemplo: pasta, arroz y tortitas. No solo son más ricos en nutrientes importantes como la fibra, sino que también se ha demostrado que los alimentos integrales protegen contra afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Come más verduras y menos carne procesada

Cuando cocines, incluye al menos una porción de vegetales para aumentar tu ingesta de alimentos saludables y no procesados. Un ejemplo: añade espinacas o brócoli troceado a una tortilla. Las verduras son muy nutritivas y están llenas de fibra, por lo que te saciarán antes y te quitarán ansiedades. Y elimina poco a poco esas carnes procesadas que no necesitas, cosas como el bacon, las salchichas, los embutidos… No solo engordan y propician enfermedades cardiovasculares, sino que aumentan el riesgo de cáncer. La solución no tiene por qué ser drástica, basta con cambiarlas por cosas más saludables como pollo, salmón o pavo.

Bebe más agua

Las bebidas azucaradas como refrescos, zumos o bebidas deportivas son ricas en azúcar y calorías, pero bajas en nutrientes esenciales. Cambiar gradualmente estas bebidas por agua a lo largo del día es una excelente manera de reducir la ingesta de alimentos procesados y mejorar la calidad general de su dieta. Y si el agua normal te aburre, prueba a beberla con diferentes sabores. O añadirle unos chorritos de tu fruta favorita. Y recuerda: beber agua, y en especial antes de las comidas, llena y evita comer de más.

Varía tu forma de comprar en el supermercado

Tu alimentación saludable comienza cuando vas al supermercado, así que es muy útil cambiar tu rutina de compras. Lo primero es hacer una lista en casa y ceñirse a ella sin improvisar. Llena el carrito con ingredientes saludables y mínimamente procesados como frutas, verduras, integrales y legumbres. Y si te entran dudas, lee las etiquetas de tus alimentos favoritos. Son el DNI de tu estómago.

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