Falsos mitos sobre la alimentación que te hacen engordar

Pensar en adelgazar te lleva a intentar controlar tu alimentación, pero una cosa es seguir una dieta saludable y otra muy distinta hacer caso de creencias populares que te llevan a perseguir una dieta restrictiva que terminará dañando tu organismo.

Porque sí, estos falsos mitos alimenticios perpetúan la cultura de la dieta, clasificando los alimentos en buenos y malos. Esto nos aleja de llevar una alimentación saludable, abonando el sentimiento de culpa cada vez que comemos algo que, según estos mitos, te hará engordar.

Los carbohidratos no engordan más por la noche que por el día aunque sí es cierto que mientras duermes es más difícil quemar sus calorías. Pero eso no significa que el cuerpo no utilizará esa energía en procesos como la reparación muscular y cerebral, entre otras cosas.

Sí, es verdad, las grasas tienen más calorías que otros nutrientes como las proteínas o los carbohidratos, per eso no significa que engorden más, puesto que si escoges grasas saludables, también aportan más saciedad. Además, las grasas son un nutriente esencial para el organismo.

Aunque es un mito muy extendido, en realidad no hay estudios que lo demuestren. Es cierto que el azúcar produce euforia, pero lo que en realidad justifica esa sensación adictiva es la prohibición de dicho alimento y el sentimiento de culpa que aparece después de haberlo consumido. Si tienes una buena relación con la comida, ese sentimiento no aparece.

El pan es un carbohidrato válido y saludable pero le tenemos más miedo porque se supone que te hace engordar más. Eso sí, si vas a consumir pan, lo mejor es que evites el pan blanco hecho con harinas refinadas, optando por el que está hecho con harinas integrales.

Las dietas restrictivas no son saludables. Según aseguran los expertos, si se restringiesen otros nutrientes como las proteínas o las grasas también existiría una pérdida de peso. En realidad, los carbohidratos son saludables para el organismo, sobre todo para el cerebro, que funciona gracias a este nutriente.

Esto se pensaba antes. En realidad, no hay un número de ingestas recomendadas y deberías escuchar a tu cuerpo para comer cuando verdaderamente sienta hambre, y no cuando se supone que deberías comer. Lo que deberías hacer sería comer de manera equilibrada, no el número de veces que lo hagas.

Un huevo de tamaño medio contiene unos 200 mg de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas, beneficiosas para la salud, que saturadas y solo 70 kcal. Además, debido a su contenido en fosfolípidos, que interfieren en su absorción, este colesterol tiene poco efecto sobre el colesterol en sangre.

Los expertos aseguran que, no por haber comido un alimento calórico en algún momento debes comer algo más ligero en la siguiente comida o ir al gimnasio para quemar las caloras. La necesidad de compensar la comida favorece el incremento de los transtornos alimenticios.