INFUSIONES PARA ADELGAZAR
INFUSIONES PARA ADELGAZAR
Las infusiones no son remedios mágicos para adelgazar sin esfuerzo, pero pueden ayudarte a bajar de peso acelerando tu metabolismo y complementando así una dieta equilibrada. Pero adelgazar no es lo único que consiguen, ya que también pueden ayudarte a cuidar de tu hígado, uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo.
¿Y por qué es tan importante? Porque tiene un papel fundamental en una gran cantidad de procesos de nuestro organismo, como en el de la digestión, ya que secreta bilis y otros compuestos que ayudan a digerir los alimentos. También ayuda a eliminar toxinas, a metabolizar los medicamentos y el alcohol y a equilibrar la glucosa y los niveles de colesterol en sangre.
Existen tres infusiones que pueden ayudarte a conseguir ambas cosas, tanto adelgazar como cuidar tu hígado. Se trata del té de menta, la infusión de boldo y el té de diente de león, tres bebidas que, por sus propiedades, son beneficiosas para nuestro organismo combinándolas con unos hábitos saludables.
Echa un vistazo a las propiedades de estas tres infusiones:
La infusión de menta es digestiva y mejora el flujo de la bilis, un proceso fundamental para conseguir digerir las grasas y adelgazar. Además, gracias a esta infusión puedes reducir la cintura, ayudando de este modo a que la figura quede más definida, ya que también desinfla la barriga, dejando un vientre más plano y sin hinchazón.
Taza de infusión de menta. /
Además de todas estas propiedades, otro de los beneficios de la infusión de menta para adelgazar es su poder saciante, lo que nos ayuda a controlar el apetito y la ingesta de alimentos durante el día, evitando picar de más fuera de las comidas principales.
Lo mejor para aprovecharnos de todas sus propiedades para perder peso es tomarla justo después de comer, ya que favorece el proceso digestivo y se encarga de que el organismo asimile mejor la comida. Se recomienda tomar tres tazas al día, por la mañana, por la tarde y por la noche, aunque con dos al día también verás los resultados.
El boldo es, por encima de todo, rico en alcaloides y flavonoides, que le confieren ciertas propiedades beneficiosas para el hígado. Por un lado, incrementa la producción de bilis, lo que provoca que las digestiones se realicen con mayor facilidad. Además, ayuda a la expulsión de esta bilis y tiene efecto antiinflamatorio, lo que mejora también el funcionamiento hepático.
El boldo también contiene cineol, componente que ayuda a eliminar los gases, lo que reduce la hinchazón abdominal. Además, esta infusión tiene también efecto diurético, es decir, que favorece la expulsión de líquidos, ayudando en la pérdida de peso.
Para aprovecharte de todas sus propiedades, lo ideal es tomar esta infusión siempre después de las comidas, lo que potenciaría su efecto digestivo. Puedes tomar de una a tres tazas al día, combinándolas con una alimentación saludable y unos hábitos de vida sanos.
Infusión de diente de león. /
Además de tener pocas calorías, el diente de león contiene altas cantidades de vitamina A así como minerales como el zinc, el hierro, el magnesio, el potasio y el calcio y también ácidos como el clorogénico, el ascórbico y el cafeico. Todos estos componentes pueden ayudarte a adelgazar.
Por un lado, tiene poder diurético y depurativo por lo que es un perfecto para eliminar las toxinas, los excesos de grasas y también para prevenir la retención de líquidos. De esta forma, nos ayuda a limpiar el organismo de toxinas, especialmente ayudándonos a depurar los riñones y el hígado.
Además de ayudarnos a reducir tallas y vernos menos hinchados, esta hierba medicinal también actúa regulando los niveles de colesterol bueno y malo y para reducir el ácido úrico. Asimismo, nos sirve para regular y combatir problemas de la piel como la piel grasa o los eccemas.
Para adelgazar se debe tomar dos o tres tazas al día, siempre entre comidas, es decir antes de desayunar, comer y cenar o bien, solo a la hora del almuerzo y la hora de la merienda si se prefiere tomar dos tazas Es recomendable que este té se tome por un máximo de dos semanas seguidas y se dejen pasar, al menos, otras dos semanas sin tomarlo.