Si tomas jengibre a diario solo te pueden pasar cosas buenas. Si bebes agua con jengibre, tienes détox. Y si buscas remedios caseros para la gripe, no solo es que jengibre y miel funcionen por separado, sino que ambos forman un dúo antibacterias y antiviral que te librará del catarro a la velocidad del rayo.
Lo primero es que los efectos aromáticos y el sabor de ambos ingredientes por sí solos ya son absolutamente maravillosos, pero la combinación de ambos es lo que impresiona de verdad. Es justo lo que necesita tu sistema inmunológico para recuperarse de ese mal momento que le ha llevado a tu organismo a aceptar más bacterias de las que necesita.
El jengibre y la miel pueden ser la defensa que buscabas contra la tos y el resfriado común. ¿Por qué funciona tan bien esta combinación para combatir esa destemplanza que se ha apoderado de tu cuerpo? Muy sencillo: la miel ayuda a rebajar la mucosidad que llega a obstruir las vías respiratorias, mientras que el jengibre actúa para reducir cualquier inflamación al tiempo que trabaja como un expectorante natural. Esto significa que te ayuda a deshacerte de toda la mucosidad que te oprime la nariz, mejora tu respiración y comienzas a ver la luz al final del túnel.
Es un remedio casero muy fácil de preparar. Lo primero que tienes que hacer es calentar un poco de agua y luego agregar un par de cucharaditas de jugo de jengibre y otras dos de miel. Así de sencillo. Bebe este preparado caliente hasta cuatro veces al día y deberías notar mejoría de garganta y nariz muy pronto.
Están suficientemente probados los beneficios del jengibre al ayudar a las mujeres embarazadas a mitigar las náuseas matutinas, así como a tratar otros problemas digestivos. También se cree que el jengibre ayuda a neutralizar los ácidos que se acumulan en el estómago. Basta con beber un poco de zumo de jengibre con una cucharadita de miel todos los días para ayudarte a mantener a raya esa angustia y problemas digestivos que te haya podido traer la gripe.
Pero tampoco tienes que pensar que la combinación de jengibre y miel es solo para esos momentos de resfriado, sino que convertir en rutina su consumo te va a ayudar a otras muchas cosas. Por ejemplo, se trata de un cóctel que ayuda a aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia. Y al ser una combinación rica en enzimas antioxidantes, ambos ingredientes contribuyen a mitigar el crecimiento de las células cancerosas.
Tomar jengibre y miel también puede ayudarte a mejorar tu circulación sanguínea. Los compuestos del jengibre calientan el cuerpo y mejoran el flujo de la sangre. Además, reducen la presión arterial y alivian la tensión en los vasos sanguíneos, lo que mitiga el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Mientras tanto, y ya asumidos los efectos del cóctel en la estimulación del sistema inmune, puedes aprovecharte de sus efectos détox, pues contribuyen a regenerar las células y liberar el organismo de esas toxinas que quieres depurar.