Tú pones el límite sobre la cantidad de frutas y verduras que tomas. Nunca parece ser suficiente porque es algo saludable de verdad. El secreto de frutas y verduras está en su fibra y calorías, pero para mantener intactas sus propiedades se tiene que dar un requisito previo: haberlas lavado bien para conservar sus propiedades y eliminar gérmenes. Y vale también para las frutas y verduras congeladas.
El covid ha hecho que muchas personas se pregunten si es mejor lavar frutas y verduras con métodos más agresivos que el del simple agua, como pueden ser el uso de jabón o incluso higienizantes comerciales. Los profesionales de la salud advierten que esto no es ni recomendable ni necesario. Incluso podría ser peligroso. La mayoría de las frutas y verduras se pueden limpiar lo suficiente con agua fría y un ligero frote justo antes de comerlas.
El agua es lo mejor para limpiar frutas y verduras
Si bien enjuagar los productos frescos con agua ha sido durante mucho tiempo el método tradicional de preparar frutas y verduras antes de consumirlas, la pandemia introdujo el uso de jabón, vinagre, limón o incluso limpiadores comerciales como lejía como medida adicional. Es muy mala idea.
Lo cierto es que el uso de estas sustancias puede plantear peligros para la salud y no son necesarias para eliminar los residuos más dañinos de los productos. Saliendo de algo tan obvio como el peligro de la lejía, lo cierto es que tampoco se ha demostrado que cosas como el limón o el vinagre sean más efectivos para limpiar las frutas y verduras que el agua corriente.
Cómo lavar frutas y verduras
Lavar las frutas y verduras frescas en agua fría antes de comerlas es un excelente hábito con beneficios para la salud, la higiene y la seguridad alimentaria. Y lo primero que debes tener en cuenta es que los productos frescos no deben lavarse hasta justo antes de estar listos para comerlos. Lavar las frutas y verduras antes de almacenarlas puede propiciar el crecimiento bacteriano.
Antes de comenzar a lavar productos frescos, lávate bien las manos con agua y jabón. Asegúrate también de que todos los utensilios, fregaderos y superficies que estás utilizando para preparar tus platos también estén bien limpios. Luego, comienza cortando y eliminando las zonas de productos frescos que presenten mal aspecto. Si manipulas una fruta o verdura que se pela, como una naranja, lávala antes para evitar que las bacterias de la superficie penetren en la pulpa.
Utilizar un cepillo suave y secar bien
La mayoría de las frutas y verduras frescas se pueden pasar suavemente por el grifo de agua corriente fría. Puedes utilizar un cepillo suave y limpio para las que tienen la piel más firme. Y luego es importante secar cada pieza, ya sea con la ayuda de un trapo limpio o un colador. Los alimentos que tienen más capas y superficie se pueden lavar más a fondo agitándolos en un recipiente con agua fría para eliminar las partículas de suciedad.
Las frutas y verduras frescas ofrecen una serie de nutrientes saludables que deben seguir consumiéndose y muchas veces es en la superficie donde se encuentran sus propiedades más interesantes. Es una forma realmente saludable de incorporar vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes a tu dieta.