FELICIDAD
FELICIDAD
El estrés crónico es uno de los principales impedimentos de nuestra sociedad para alcanzar la calma y, con ello, el bienestar. La carga de responsabilidades, tanto laborales como familiares, hacen muy complicado llevar una vida tranquila pero aprender a gestionarlo es clave.
Para conseguirlo, hemos vuelto a mirar hacia los países nórdicos, que siempre encabezan el ranking de la felicidad. ¿Cómo lo consiguen? En otras ocasiones te hemos hablado del método Gökotta o del Koselig, pero hoy queremos traerte un nuevo concepto que no es tanto una fórmula mágica como un cambio en tu estilo de vida.
Se trata del lykke, cuyo significado literal es felicidad, y que se basa en adoptar una serie de hábitos en tu hogar en el día a día para conseguir rebajar el estrés y la ansiedad de la vida diaria y lograr así un estado de paz que induzca, inevitablemente, la felicidad.
Y es que en casa pasamos una gran parte del tiempo y de cómo te comportes dentro de ella dependerá tu estado general. Se trata de aprender a dedicar el tiempo a lo verdaderamente importante, no en términos de productividad, sino en términos de felicidad y plenitud.
La comida es necesaria para la vida y empleamos mucho tiempo tanto en cocinar como en comer. Convertir este hecho en un placer y no en una obligación es uno de los pilares del lykke. Y es que el ritmo acelerado del día a día hace que convirtamos este momento en algo fugaz, una especie de trámite que hay que solventar para pasar al siguiente.
El lykke aconseja que aproveches la hora de la comida o de la cena para crear un pequeño ritual que aporte felicidad desde el mismo principio. Tomarte tu tiempo para pensar en los menús a realizar, cocinar con una copa de vino o con música y una mesa bonita puede aumentar tu bienestar.
Esa frase tan manida de que el dinero no da la felicidad es cierta. Evidentemente, no tener cubiertas tus necesidades básicas sí que aporta infelicidad, pero comprar por comprar tampoco va a hacer que te sientas más feliz. El lykke aconseja que inviertas ese dinero en acumular experiencias o en tener tiempo para llevarlas a cabo antes que comprarte un pantalón nuevo.
¿Cómo te sientes más feliz, yendo sola de compras o tomándote algo en una terraza con tus amigas? ¿Qué emociones experimentas después, cuando llegas a tu casa? No significa esto que nos desprendamos de todo lo material, pero apaciguar el malestar comprando cosas tampoco es la solución.
Uno de los pilares del mindfulness es disfrutar del aquí y el ahora sin centrarte tanto en consideraciones sobre el pasado o sobre el futuro. Este tipo de actos no nos dejan disfrutar de lo que está ocurriendo en el presente, ensombreciendo nuestro día a día y alejándote de la felicidad.
Para lograrlo, el lykke recomienda poner en práctica ciertas rutinas como el yoga o la meditación. Escuchar a tu cuerpo y centrarte en la respiración te ayudará a estar más en el momento presente, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad y ayudándote a alcanzar la calma y, con ella, la felicidad.
¿No te gusta leer? Eso es porque no has dedicado tiempo a escoger un buen libro que te guste y con el que te sientas transportado a otros mundos. Encuentra aquellas lecturas que te remuevan por dentro, busca un sitio confortable en tu casa y sumérgete en la lectura como medio para alcanzar el placer.
La felicidad no está en los grandes viajes y los costotos eventos, sino en los pequeños gestos del día a día que te hacen la vida más agradable. Una cena sorpresa con tu pareja, un abrazo a un amigo que lo necesita, un baile improvisado en el salón de tu casa o una caricia elevarán tus cuotas de felicidad diarias.