¿El melón engorda? En absoluto, y debes incluirlo en tu dieta para adelgazar por su alto contenido en fibra, sus bajas calorías y todo lo que llena

Es otro de los clásicos de la alimentación: el melón engorda. Pues nada más lejos de la realidad. Así que si quieres disfrutar de una de las frutas más ricas y refrescantes, hazlo sin sentimiento de culpa. Porque ya no es que no engorde, sino que te puede ayudar a adelgazar y controlar tu peso.

Seguramente hayas leído que el melón te pone morena para explicar cuál es supuestamente su mayor contribución a tu físico. O quizá hayas ido más lejos para descubrir que está entre los mejores alimentos para evitar la retención de líquidos. Pero una vez aquí, ¿por qué no dar un paso más y desmentir uno de los grandes bulos de la alimentación? Si te dijeron que el melón engorda, no te lo creas. Así que prepárate un rico smoothie de melón o un delicioso postre con esta maravillosa fruta. Y hazlo sin miedo: es bueno para tu dieta, bajo en calorías y llena un montón.

Contrariamente a lo que se piensa, el melón es efectivamente una de las frutas que menos calorías tiene. Por cada 100 gramos que ingieras, no te llevarás más de 40 calorías. Y otro mito más que sumar a lo de que el melón engorda es el que se refiere a su supuesto contenido en azúcar, vinculado también a lo de ganar kilos. Pues lo cierto es que su aporte en azúcares por porción es similar al de una manzana e inferior al de otras frutas como uvas, higos, plátanos o mango.

El melón engorda y otros mitos sobre una fruta que en realidad te ayuda a perder peso

Si planeas perder peso, incorpora esta fruta a tu dieta. Si te dijeron que el melón engorda, simplemente revélate. Como es rico en fibra, te ayuda a reducir la aparición de problemas relacionados con la digestión como es el estreñimiento y otros. Obviamente, cuando intentas perder peso, el objetivo principal debe ser mantener tu ingesta de calorías por debajo de su gasto durante un tiempo constante. Cuando lo logras, tu cuerpo comienza a quemar grasa. (enlace)

Y después llega el siguiente paso: continuar satisfaciendo tus necesidades de nutrientes. ¿Qué significa esto? Pues que tienes que elegir alimentos que tengan una alta proporción de nutrientes respecto a calorías, como la mayoría de las frutas y verduras frescas o los cereales integrales.

La fibra es la clave para meter el melón en tu dieta

La fibra es la clave. No solo ayuda a normalizar la función intestinal, sino que también ayuda a atenuar los efectos de los azúcares naturales de la fruta sobre el azúcar en sangre. Y con otro extra de lo más jugoso: es un nutriente muy saciante. Ralentiza el vaciado del estómago, lo que puede ayudarte a sentirse llena mucho tiempo y rebajar automáticamente tus ansias de comer. Al mismo tiempo, también causa distensión del estómago, por lo que puede retrasar la liberación de una hormona estimulante del apetito llamada grelina. Motivos más que de sobra para añadir el melón a tu dieta y rutina saludable.

Y una última razón para destruir la vieja leyenda de que el melón engorda: como esta fruta se compone de un 90 por ciento de agua, también te ayuda a llenar el estómago y puede tener un efecto supresor del apetito. Llenarte de melón es más hidratante y menos calórico que muchos otros alimentos con mejor fama.