Parece que el hecho de poder hacer varias cosas al mismo tiempo es una característica buena de la personalidad, ya que supone que eres una persona más productiva. Pero nada más lejos de la realidad, ya que cuando intentamos hacer varias cosas a la vez, la realidad es que la productividad baja y la calidad de lo que hacemos es peor. Thatcher Wine, investigador y experto en desarrollo personal, es consciente de ello y nos ha explicado en su libro 'El método de las 12 monotareas', cómo centrarnos sólo en una cosa nos hace disfrutar más de la misma y ser más productivos.
Pero la realidad se pone en nuestra contra y todo lo que nos rodea fomenta el conocido multitasking. Por eso nuestra habilidad para centrarnos en una sóla cosa, es débil. «Debemos entrenar la monotarea como quien entrena para correr una maratón», manifiesta Wine. Y es que, aunque pueda parecer que hacer dos cosas al mismo tiempo es lo verdaderamente complicado, en realidad lo más difícil es centrarte en la realización de una sóla cosa. Wine propone en su libro entrenar doce monotareas para conseguir construir esta habilidad. Al no estar acostumbrados, recomienda empezar por tres para ir cogiendo el hábito y no agobiarnos. Pueden parecer actividades sencillas, pero cuando comiences a intentar centrar toda tu atención en ellas, verás como la inercia te lleva a desviar tu concentración. Lucha contra esas distracciones:
Leer hace que los ojos se concentren en un sólo punto. Pero, ¿cuántas veces te has puesto a leer pendiente del teléfono o con la televisión de fondo? ¿Y cuántas veces has tenido que volver a leer varias páginas que ya habías leído porque no te habías enterado de nada? Coge un libro y lee evitando toda distracción, es el primer paso para dominar la monotarea.
Según Wine, «caminar conecta el cuerpo con lo que lo rodea. Muchos ven el caminar como el medio para un fin, no como un fin en sí mismo. Al centrar la atención en lo que nos rodea, recuperamos la conexión con nuestra presencia integral en el mundo». Prueba a dar un paseo sin hacer otra cosa como escuchar música, mirar el móvil o hablar con alguien. Simplemente andando mirando a tu alrededor y escuchando lo que te rodea.
No es lo mismo oir que escuchar. «A escuchar de verdad, y asea a nuestros hijos o en una cita, conectamos con los demás infinitamente mejor que cuando estamos distraídos simultaneando otros pensamientos y acciones», dice Thatcher en su libro.
Dormir reinicia el cuerpo y el cerebro, de manera que nos aporta la energía física y mental necesarias para nuestro día a día. Pero muchas veces tenemos tantas preocupaciones en nuestra cabeza que no le prestamos la atención necesaria a algo tan vital como dormir. «Prestar atención conscientemente al sueño puede conllevar beneficios que permeen al resto de facetas de nuestra vida», asegura Wine.
Con la rapidez de nuestro día a día, solemos comer deprisa, a veces delante del ordenador, sin ser conscientes de lo que estamos ingiriendo. «¿Qué tal si nos concentramos en los alimentos sobre la mesa, en cómo han llegado hasta ahí, quién los ha preparado, a qué saben y qué clase de compañía nos están brindando aquellos con los que compartimos la experiencia?, se pregunta el autor.
Cuando nos desplazamos de un lugar a otro, ya sea andando, en bicicleta, en coche o en transporte público, lo normal es dedicar ese tiempo a hacer otras cosas. Escuchar música, ver una película, leer... existen muchas maneras de distraer nuestra atención mientras nos estamos desplazando. «Si bien el tiempo que pasamos desplazándonos nos proporciona la oportunidad de dedicarnos a la multitarea, existen maneras de dirigir nuestra atención hacia el viaje en sí y obtener beneficios del hecho de disfrutar del presente», asegura.
Aplicando la monotarea al aprendizaje, hallamos una de las facetas más estimulantes del ser humano: la creación de nuevas conexiones cognitivas y emocionales. «La capacidad de concentrarse en una sola cosa a la vez mejora las habilidades para la asimilación de conocimientos y desbloquea nuestro casi infinito potencial», afirma Thatcher Wine. ¿Recuerdas cuando estabas estudiando para realizar un examen en el instituto o la universidad? ¿Cuántas veces te ha salido bien si te distraías con otras cosas?
«Prepararse para la enseñanza requiere una intensa concentración y el reconocimiento de lo limitado del propio conocimiento», dice Wine. Por eso podría ser beneficioso para ti enseñar una materia en la que tengas habilidad.
Conforme vamos cumpliendo años, nos permitimos menos momentos para relajarnos y, simplemente, disfrutar de un buen juego. A menudo nos sentimos culpables por tomarmos un momento para nosotros mismos o creemos que estamos perdiendo el tiempo si no producimos. Lejos de ser tiempo perdido, divertirse te ayudará a aumentar tu productividad.
Al igual que oír no es lo mismo que escuchar, ver no es lo mismo que mirar. Todos podemos ver pero para mirar algo con detalle es necesario concentrar toda tu atención en ello. «En lugar de preocuparnos por captar imágenes aptas para Instagram, ¿qué tal si admiramos por cuenta propia la belleza y complejidad de aquello que nos rodea». Suerte con eso.
No es necesario escribir un libro o ser compositor para poder crear. Puede ser algo pequeño, como una nota para nuestra pareja, o una máscara de papel para nuestros hijos. «El acto de traer al mundo algo que antes no existía es de lo más gratificante. Al aplicar la monotarea al acto de creación, podemos interiorizar nuestras únicas e ilimitadas posibilidades», dice Thatcher.
Dedicarnos a pensar como si fuese una monotarea pone de manifiesto cómo durante los últimos años hemos delegado parte del trabajo cognitivo en dispositivos o en otras personas. Pero si no usas el cerebro se atrofia, deberías saberlo, por lo que deberías dedicar un tiempo a pensar sin distraerte con otra cosa para alcanzar tu máximo potencial.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?