Los superalimentos son aquellos alimentos muy ricos en nutrientes, especialmente fibra, antioxidantes, vitaminas o ácidos grasos, que se consideran beneficiosos para la salud. Algunos son muy conocidos, como las espinacas o las alcachofas pero hay otros que vamos conociendo con el tiempo y que poco a poco se van haciendo un hueco en nuestras despensas. Uno de ellos es la moringa, que es considerado el vegetal más nutritivo conocido hasta ahora. Además, de él se puede aprovechar prácticamente todo, desde las flores y las hojas hasta la corteza, las semillas, las vainas y las raíces.
Se trata de una planta originaria de la India, de las faldas del Himalaya y deben secarse a la sombra para mantener todos sus nutrientes, ya que el sol podría minimizar sus propiedades. La gran cantidad de vitaminas (A, B, C y E) y minerales (calcio, potasio o hierro) que contiene, su aporte proteico y la escasez de grasas que presenta, hacen que la moringa sea un superalimento imprescindible.
1. Poder antioxidante: Posee más de 40 sustancias antioxidantes, entre las que destacan la provitamina A y la quercitina. Una de las propiedades de la moringa es que ayuda a retrasar el envejecimiento ya que combate los radicales libres.
2. Ayuda a adelgazar: Gracias a su alta concentración de fibras y proteínas, tiene un gran efecto saciante, por lo que favorece la pérdida de peso.
3. Mejora la visión: Es rica en betacaroteno, un componente precursor de la vitamina A, que mejora la visión.
4. Protege la piel: Gracias a su alto contenido en vitaminas C, A y el complejo B, la producción de colágeno se incrementa, favorece la cicatrización y la hidratación de la piel y la protege de los daños causados por los rayos UV.
5. Aumenta las defensas: La moringa posee sustancias antioxidantes como polifenoles, vitamina C y betacarotenos, sustancias que estimulan el sistema inmune y ayudan a combatir infecciones.
6. Reduce el colesterol y es buena para el corazón: Al ser rica en fibras, el consumo de moringa evita la absorción de colesterol en el intestino. Además, esta planta posee diversos compuestos bioactivos como la quercetina y polifenoles que actúan como antioxidantes y reducen la inflamación crónica, disminuyendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Se puede consumir de varias formas, como por ejemplo en polvo, que es la forma más fácil. Basta con mezclarlo con tu café matutino para que absorvas todos sus beneficios, siempre que sólo consumas tres gramos al día como máximo.
Con sus hojas puedes elaborar infusiones frías o calientes. También puedes añadirlas a tus ensaladas, como si fuese una especia más.
Si optas por tomar sus semillas, ten en cuenta que no deberísa comer más de 3 o 4 al día. Para consumirlas así, deberás pelarlas y comer el interior blanco.
Aprovéchate de la alta concentración de antioxidantes, nutrientes y aminoácidos esenciales de la moringa. Sus efectos son increíbles.
20 de enero-18 de febrero
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