Hace tiempo que se utiliza la moringa como ingrediente capilar y también se la considera como un aceite antiedad de culto. Además, el champú y acondicionador de moringa es un favorito entre las influencers. Pero más allá de efectos estéticos, lo cierto es que bien harías en incorporar estas hierbas a tu dieta. Está de moda, y por sobrados motivos. Aquí tienes los principales:
Casi todas las partes de esta planta se comen o se usan como ingredientes en medicinas herbales tradicionales. Esto se aplica especialmente a las hojas y las vainas, que se consumen en partes de la India y África. Son una excelente fuente de muchas vitaminas y minerales, y principalmente proteínas, vitamina B6, vitamina C, riboflavina y hierro. También es rica en antioxidantes, esos compuestos que actúan contra los radicales libres en su cuerpo y que te alejan de enfermedades crónicas como las cardíacas o la diabetes tipo 2.
El nivel alto de azúcar en la sangre puede ser un problema de salud grave. De hecho, es la principal característica de la diabetes. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre aumentan el riesgo de muchos problemas de salud graves, incluidas las enfermedades del corazón. Por esta razón, es importante mantener el nivel de azúcar en la sangre dentro de límites saludables. Varios estudios han demostrado que la moringa ayuda a reducir esos valores.
La inflamación es la respuesta natural del cuerpo a una infección o lesión. Se trata de un mecanismo de protección esencial, pero puede convertirse en un problema de salud importante si continúa durante un largo período de tiempo. De hecho, la inflamación sostenida está relacionada con muchos problemas de salud crónicos, incluidas las enfermedades cardíacas y el cáncer. Los científicos creen que los isotiocianatos son los principales compuestos antiinflamatorios en las hojas, vainas y semillas de moringa.
Tener colesterol alto se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Afortunadamente, muchos alimentos vegetales pueden reducir eficazmente el colesterol. Estos incluyen semillas de lino, avena y almendras. Y los estudios han confirmado que la moringa puede tener efectos similares para reducir el colesterol.
La contaminación por arsénico de los alimentos y el agua es un problema en muchas partes del mundo. Ciertos tipos de arroz pueden contener niveles particularmente altos y su exposición a largo plazo puede provocar problemas de salud con el tiempo. Varios estudios han demostrado que las hojas y semillas de moringa pueden proteger contra algunos de los efectos de la toxicidad del arsénico.