Así es el nuevo wellness que huye del ahora y persigue la evasión: estas son las apps para conseguirlo

«Una mala experiencia con sustancias psicodélicas se basa en tres factores: una dosis inapropiada, una actitud errónea frente a las expectativas puestas en lo que se va a experimentar y un entorno no adecuado. Si estos tres factores se gestionan con sumo cuidado, tenemos experiencias intensas», explica a la actriz Gwyneth Paltrow Mark Haden, director ejecutivo de MAPS, una organización que financia, lleva a cabo y apoya la investigación de las drogas psicodélicas. Investigadores del Hospital Universitario de Psiquiatría de Zurich estudiaron los efectos de combinar la meditación y la psilocibina, el ingrediente activo que se encuentra en los hongos mágicos sobre los que Paltrow indaga en el primer episodio del programa de Netflix The Goop Lab. Los resultados determinaron que la combinación del mindfulness con la psilocibina contrarresta cualquier respuesta disfórica potencial a la experiencia psicodélica.

Cuando el confinamiento transformó el salón en la nueva oficina y en el nuevo gimnasio, muchos lo convirtieron también en la nueva pista de baile recurriendo al éxito de la meditación psicodélica, que ha cautivado hasta tal punto a Rosamund Pike que ahora es directora creativa de Lumenate. Se trata de una app que emplea la linterna del teléfono móvil para crear secuencias de luces estroboscópicas que guían de forma neuronal al usuario hacia un estado que navega entre la meditación y los efectos de las sustancias psicodélicas. «Desde que comencé a usar la aplicación en su fase de pruebas, he experimentado una mayor conciencia a través de los increíbles colores caleidoscópicos creados por mi subconsciente», asegura la actriz. No es la única app destinada a llevar el mindfulness a un estado diferente: Wavepath es una experiencia virtual de sonido inspìrada por la terapia psicodélica, una práctica que involucra a individuos que toman sustancias psicodélicas bajo la guía de un terapeuta para recuperarse de traumas o conocerse mejor.

Se espera que en 2027, el negocio de la meditación supere los 9.000 millones de euros, pero para hacerlo, las normas han cambiado. Antes de la pandemia florecieron lujosos estudios de meditación de tonalidades relajadas y sonidos chill out. El coronavirus y la consiguiente incapacidad de viajar a escenarios en los que recuperar la tranquilidad perdida hicieron que el negocio diera un giro de 180 grados al apostar por la meditación psicotrópica que persigue resetear el cerebro. «La ciencia señala que el poder de las drogas psicodélicas radica en promover el bienestar mental que resulta de acallar el ego. Combinado con el apoyo terapéutico, los psicodélicos pueden ofrecer un camino hacia la sanación y la transformación», asegura el equipo de Field Trip, un centro que comenzó con dispensarios de cannabis en Canadá y que ahora cuenta con lujosas habitaciones en las que terapeutas imparten «sesiones de integración». El que un curso de cuatro sesiones ronde los 4.000 € bien podría ser un buen motivo para alucinar sin necesidad de consumir ninguna sustancia.

La compañía ha lanzado Trip, una app en cuyo diseño ha intervenido Z1, un estudio de diseño sevillano. «Queríamos llevar lo aprendido en nuestras clínicas a lo largo del planeta a las millones de personas que hoy buscan alterar su estado mental para favorecer la sanación y el crecimiento», señala Kori Harrison, jefa de producto de Field Trip. Lo curioso es que la app ha sabido alejarse de la estética psicodélica setentera con las ilustraciones de Fran Pulido y las animaciones de Luisa Jara. «Queríamos crear un lenguaje visual agradable. Hemos abierto la paleta cromática y hemos incorporado temperaturas, luces y ambientes», explican. Al parecer, aunque queramos incorporar la psicodelia meditativa, preferimos hacerlo como ejecutivos de Wall Street y no hippies de Woodstock.

«Debido a la crisis de salud mental, hay una gran curiosidad y esperanza en torno a las drogas psicodélicas y un reconocimiento de que necesitamos nuevas herramientas terapéuticas», explica Michael Pollan, cuyo libro, Cómo cambiar tu mente (Debate), ha ayudado a reducir el estigma que acompaña a ciertas drogas. Aunque por descontado la cautela ha de estar presente, tras la fiebre del oro verde, el cannabis, muchas universidades han creado divisiones para la investigación de las drogas psicodélicas gracias a donantes privados.

Mientras que la mayoría recurre a luces y sonidos para evadirse, también hay quienes recurren a los llamados «retiros de oscuridad», una terapia que, siguiendo la tradición taoísta de meditar en cuevas para alcanzar estados superiores de la mente, hace lo propio en habitaciones oscuras.

Si antes de la pandemia la meditación prometía ayudarnos a disfrutar del ahora, las nuevas tendencias quieren que disfrutemos de un lugar completamente alejado del presente. No sabemos si cualquier tiempo pasado fue mejor, pero el neo wellness te invita a huir del presente.