¿Se puede comer patatas cuando estás a dieta? Te explicamos cómo incluirlas en tu alimentación diaria sin miedo a engordar

Si piensas en un alimento que deberías tomar cada día para adelgazar , seguro que ahí no está la patata. De hecho, has podido leer aquello de que el zumo de patata es una bebida saludable y te has echado a reír. Y ya puestos a buscar alternativas, te has fijado en el boniato como sustituto de la patata . Pero harías bien en relativizar las cosas porque en realidad la patata no es tan mala como la pintan para tu dieta. De hecho, te puede ayudar a perder peso si sabes cómo cocinarla.

Es un hecho que las patatas son una de las verduras más ricas que existen. Las puedes hacer fritas, asadas, cocidas, en puré… Sin embargo, tradicionalmente se han apartado de cualquier dieta saludable. Esto sí tiene sentido para quienes siguen una dieta baja en carbohidratos. Además, las patatas se han vinculado a problemas de salud como niveles altos de azúcar en sangre, diabetes e hipertensión, presión arterial alta… Y es cierto que si padeces alguna de estas enfermedades, tu nutricionista te aconsejará que las evites. Pero hasta aquí, pues verdad no es tan aterradora como parece.

¿Incluirlas en la dieta? ¿Pensar que las patatas pueden ayudarte a adelgazar? ¿Usarlas como extra saludable en tu plan dietético? Pues sí y mil veces sí. Un estudio de 2014 publicado en el Journal of American College of Nutrition ya analizó dos grupos de personas y observó los patrones de pérdida de peso en ambos. Ambos grupos siguieron una dieta baja en calorías y mientras un grupo continuaba consumiendo patatas, el otro grupo las desterró de sus dietas. Los investigadores observaron que el consumo de patatas no tuvo ningún efecto sobre la pérdida de peso en el grupo.

Si sigues una dieta saludable y te mantienes alejada del azúcar y la comida basura, es más que posible que tomar patatas no te haga engordar. De hecho, pueden ayudarte a perder peso porque tienen un estupendo perfil nutricional. Por ejemplo, son ricas en vitamina C, que es esencial para estimular la inmunidad.

Además, son una excelente fuente de carbohidratos, proteínas y fibras saludables. También contienen buenas cantidades de potasio, que es esencial para desarrollar músculo y regular la presión arterial. Son muy bajas en grasas y también llenan increíblemente, por lo que te alejan de las tentaciones del picoteo.

Aclarado que las patatas en sí mismas no tienen por qué hacerte engordar, el siguiente matiz es el fundamental: lo importante es saber cómo comerlas y cocinarlas. Obviamente, tomar unas patatas fritas en aceite grasiento el algo completamente desaconsejado en cualquier dieta. Ahora y por los siglos de los siglos. Hay que evitar a toda costa añadirles calorías y grasas nocivas para la salud. Hervir u hornear las patatas junto a grasas saludables como el aceite de oliva es el camino a seguir para ayudarte no solo a mantener tu peso, sino incluso a adelgazar.