Hemos descubierto un alimento que deshincha la barriga. / pexels

Descrubrimiento

Ni yogur ni kombucha: este es el probiótico natural que desinflama la barriga

Hasta ahora pensábamos que el yogur era uno de los mejores probióticos naturales, pero hemos descubierto que, por encima de él y la kombucha, hay un alimento natural con mayor concentración.

parece que se ha convertido en la máxima de muchos de nosotros. En la alimentación muchos hemos encontrado diferentes productos que ayudan, de una u otra manera, al organismo. Algo que tiene más importancia, si cabe, si hablamos de salud digestiva.

A este respecto, alimentos como el yogur o la kombucha se han convertido en los últimos años en un indispensable por sus beneficios para mantener el correcto equilibrio de la microbiota intestinal. Sin embargo, hay un probiótico natural que supera a ambos en potencia y versatilidad ofreciendo, no solo la regulación de la flora intestinal, si no también una notable capacidad para deshinchar la barriga. Un poderoso producto que ha recibido ya la calificación de 'superalimento'.

Ahora bien, ¿por qué es importante cuidar la microbiota intestinal? Los problemas de desequilibrio pueden dar pie a problemas como la inflamación abdominal, digestiones lentas e, incluso, alteraciones en el estado de ánimo.

Cómo incluir los probióticos en la alimentación

Antes de definir cómo introducir los probióticos en nuestra alimentación, conviene definir qué son exactamente los probióticos. De acuerdo a Mayo Clinic, diríamos que son «alimentos o suplementos que contienen microoraganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias 'buenas' del intestino (microbiota normal)».

Teniendo en cuenta esa definición podríamos concluir, como adelantábamos, que hay ciertos alimentos con propiedades probióticas. Aunque el yogur y la kombucha son más conocidos, uno les gana a los dos. Hablamos del kéfir, un lácteo derivado del yogur que, por sus propiedades y por la forma de elaboración, reporta más beneficios a nuestra microbiota.

A diferencia del yogur, que tiene solo un par de cepas de bacterias buenas para nuestro intestino, el kéfir contiene hasta 30 tipos de microorganismos,convirtiéndolo en un probiótico mucho más potente.

Además, no solo equilibra la flora intestinal, si no que también reduce la inflamación abdominal. Sus propiedades antiinflamatorias provienen de los compuestos bioactivos que se generan durante la fermentación, como los ácidos orgánicos y los péptidos. Estos componentes ayudan a calmar el tracto digestivo y reducen la producción de gases, aliviando la sensación de pesadez. Y aporta nutrientes a nuestro organismo: «Es rico en calcio, magnesio y fósforo, vitamina K y del grupo B, triptófanos y proteínas de fácil digestión», explica Ingortze Zubieta Aurteneche, dietista nutricionista de la Academia Española de Nutrición y Dietética.

Cómo hacer kéfir en casa

Como si de yogur se tratase, el kéfir, que tiene un sabor parecido y una textura algo más espesa, se puede hacer de manera casera.

Para hacerlo tan solo hacen falta dos ingredientes: leche y los gránulos de kéfir. Es ideal usar leche entera o semidesnatada, ya que las bacterias fermentadoras necesidad de los nutrientes de la grasa y la lactosa para prosperar.

Para hacerlo, coloca los gránulos de kéfir en un bote de cristal y vierte sobre 500 ml de leche. Cubre el bote con una tela fina o un paño limpio y séllalo con una goma elástica. Ahora habrá que dejarlo fermentar entre 24 y 48 horas y colar los gránulos para reutilizarlos.