Pues sí: las bebidas light también pueden engordar. Está muy bien dejar de beber refrescos azucarados para mejorar tu dieta, pero igual las bebidas light tampoco son la mejor solución. No solo es que las bebidas sin azúcar se relacionen con enfermedades cardíacas, sino que asociados a su consumo habitual aparecen otros efectos secundarios a medio y largo plazo. No pasa nada por tomarte una de vez en cuando, por supuesto, pero lo trascendente es consumirlas como rutina.
En los últimos tiempos, se ha puesto de moda vigilar la salud intestinal, y con razón. Algunas nuevas investigaciones sugieren que los edulcorantes artificiales que se encuentran en los refrescos light podrían afectar negativamente a tu microbioma intestinal, algo que debes cuidar por su papel clave en aspectos como la función inmunológica, la absorción de nutrientes, la salud del corazón y más.
Aunque las bebidas light no contienen azúcar común, son muy ácidas y pueden afectar seriamente el esmalte de tus dientes si las consumes en abundancia y con regularidad. También es verdad que el daño al esmalte dental por la acidez no es el mismo que el del azúcar. Como siempre: moderación.
Si padeces frecuentes dolores de cabeza y tomas regularmente refrescos light, igual ahí tienes la causa que estabas buscando. Para algunas personas, beber varios vasos de refrescos light al día les causa migrañas. Esto puede deberse a ciertos edulcorantes artificiales que se encuentran en los refrescos dietéticos, como el aspartamo, o la propia cafeína.
Este tipo de bebeidas contiene varios compuestos que pueden afectar negativamente la salud de los huesos y provocar la pérdida de masa ósea. Estos compuestos incluyen cafeína y ácido fosfórico. Su consumo puede aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas. Un amplio estudio en mujeres posmenopáusicas mostró que los refrescos se asocian con un 14% más de riesgo de sufrir una fractura de cadera.
Varios estudios observacionales han encontrado que las personas que beben refrescos light con regularidad tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas cardíacos a largo plazo. Además, los refrescos dietéticos se han relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, que es un grupo de afecciones que pueden incrementar tu riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.
Generalmente, buena parte de las personas que consumen bebidas light lo hacen porque piensan que es una ayuda para el peso. La palabra «diet» que aparece en muchos de esos refrescos tampoco contribuye a despejar el panorama. Ahora resulta que aparecen nuevos estudios que cuestionan su papel en la dieta e incluso auguran un aumento de peso relacionado con su consumo. Algunos trabajos asocian esta bebida con un aumento de la grasa abdominal y peso corporal.
Cambiar de refresco normal a refresco light es una manera relativamente sencilla de reducir la ingesta de carbohidratos y calorías. Sin embargo, los refrescos dietéticos tienen muy pocos nutrientes y beber demasiados se asocia con algunos efectos secundarios bastante nocivos. Como siempre, lo mejor es apostar por la moderación y limitar la ingesta a pocos vasos por semana. Considera tomarlos cuando de verdad te apetezca darte un premio y saborearlos de verdad.