Soji, el método japonés que te ayuda a alcanzar la paz mental a través de la limpieza

Cuidar nuestra salud mental debería ser una prioridad y, entre otras cosas, algo que calma nuestra mente ayudándonos a alejar el estrés y la ansiedad es mantener el orden a nuestro alrededor. Sí, no es broma, así como descubrimos que el orden puede ayudarte a adelgazar , mantener el orden en tu hogar puede ayudarte a tener más ordenada tu mente , y por tanto, conseguir la ansiada paz mental. De ello trata el ritual ancestral del Soji, también conocido como el ritual de la limpieza, algo que, según el monje budista Shoukei Matsumoto, autor del libro Soji (Kitsune Books), es esencial para alimentar el alma, más incluso que la meditación.

En Japón, el Soji es una de las tradiciones en las escuelas y también en los dojos de artes marciales, y no es otra cosa que limpiar la estancia. Se trata de 15 minutos al día con el objetivo de que, en el acto de la limpieza, aprendan a limpiar el ego y a ser más humildes. Y es que no hay diferencia entre los graduados y menos graduados, todos deben hacer el mismo trabajo de limpieza. En el acto del Soji podemos meditar y reflexionar sobre los errores y aciertos de nuestro día a día para buscar la evolución, tratándose de un acto de limpieza espiritual más que física.

El célebre monje budista y escritor Shoukei Matsumoto nos enseña en su libro Soji a convertir la rutina diaria de la limpieza en la transformadora práctica del Soji. Con ello se trata de eliminar la frustración, la tristeza o todo aquello que lastra nuestras vidas, de modo que solo quede un espacio mental en paz, reluciente y limpio de todo ruido exterior. Soji no se refiere a la tarea doméstica de la limpieza, algo que a muy poca gente le gusta, sino a una práctica espiritual con la que perfeccionarnos. Cada vez hay más personas interesadas en crear hábitos relacionados con el orden y la limpieza, y sino mira el éxito que ha tenido Marie Kondo.

Según Matsumoto, la limpieza es la base de todo buen hábito y no es una tarea complicada. Solo se trata de eso: de limpiar. Y no necesitamos ninguna habilidad especial o conocimiento previo para empezar. La limpieza nos enseña lo que es realmente importante en nuestra vida: el poder de los hábitos; ver las cosas tal como son; no establecer objetivos; evitar los juicios de valores para determinar si algo es bueno o malo; saber cuándo es suficiente; dejar de sentirse superior o inferior a los demás; aceptar lo inesperado; no depender de nadie ni de nada; sentirse en armonía con lo que te rodea; aprender que nada es lo que parece; establecer relaciones sanas con los demás; librarse del egocentrismo; y evitar empeñarse en encontrar respuestas.

Para alimentar nuestra alma y dejar atrás aquello que no nos aporta nada, Matsumoto da algunos consejos:

- El primer paso es reducir la cantidad de cosas que posees. Si sólo te quedas con aquellas cosas que verdaderamente quieres poseer, no habrá nada de lo que quieras deshacerte.

- Trata tus cosas bien, préstales atención, capta su esencia y lograrás colocar cada objeto en el lugar que le corresponde.

- Deshazte de la suciedad: un espacio sin polvo te permitirá liberar la mente.

- Nada de tirar cosas: agradéceles todo lo que han hecho por ti y dáselas a personas que las necesiten para que sigan desempeñando las funciones para las que existen.