Preparar té matcha es todo un ritual que, incluso, puede ayudar a relajarse. Calentar el agua, mezclarla con la cantidad exacta de té, remover la mezcla con movimientos específicos con ayuda de una herramienta especialmente pensada para ese fin, verterlo en un vaso y unirlo con leche u otras bebidas vegetales... Un ritual solo al alcance de pocos. De hecho hay quién opina que mal preparado no tiene nada que ver con uno que esté bien hecho de verdad.
Con todo y con eso, son muchas las personas que siguen resistiéndose a su sabor, sea cual sea la forma de prepararlo. Sin embargo, el sabor fuerte que caracteriza a este té tan típico en la cultura japonesa, muchas veces se aguanta si tenemos en cuenta todas las propiedades que lleva en su interior: nos ayuda a concentrarnos, es bueno para reducir los niveles de azúcar en sangre y, además, previene la retención de líquidos y protege contra problemas cardiovasculares.
Todo ello ha conseguido que el té matcha se ponga de moda dentro y fuera de las redes sociales y que sean cada vez más las personas que quieren probar su sabor. Sin embargo, ¿cómo te quedarías si te decimos que no hace falta seguir todo un ritual y que existe un té que se prepara de forma más sencilla y tiene el doble de beneficios que esta bebida de moda?
En concreto hablamos del té negro, una bebida muy común en países ingleses (donde se toma acompañado de un poco de leche) y que, de acuerdo a la evidencia científica, tiene más propiedades que el té verde (del que proviene el matcha).
En concreto, una investigación no muy antigua demostró que el té negro tiene una cantidad muy significativa de polifenoles, un compuesto perfecto para la salud, y antioxidantes. De hecho, hay investigaciones que afirman que los polifenoles del té negro son mejores que los del té verde. Algunas como esta , en la que se descubrió que este tipo de té se puede utilizar para tener éxito a la hora de perder peso.
De hecho, esta investigación llevada a cabo por la Universidad de Adelaida , en Australia, demostró que las personas que consumen té negro de manera diaria tienen un 53% menos de posibilidad de desarrollar prediabetes, un 47% menos de riesgo de diabetes tipo 2.
Además, otros estudios en humanos también han demostrado su poder para reducir el colesterol o, incluso, para mejorar los niveles de antioxidantes.
También se han demostrado sus propiedades digestivas, que ayudan a propiciar una correcta salud gastrointestinal.
Eso sí, en su composición está presente la cafeína, por lo que es bueno tener presentes algunas recomendaciones para aprovechar sus propiedades y que no sea contraproducente. Por ejemplo, tomar demasiada cafeína puede provocar irritación en el estómago, nerviosismo e, incluso, actuar como un laxante natural, así que hay que tener cuidado y no excederse de la cantidad diaria recomendada.
Pese a que también goza de su propio ritual, este es mucho más sencillo que el del té matcha.
Si se escoge un tipo de té negro a granel, entonces habrá que tener en cuenta que la cantidad recomendada es una cucharada por cada taza que vayamos a preparar. Si prefieres la opción de la bolsita, con una será suficiente para cada persona.
Después de llevar agua fría al calentador y dejar que alcance entre los 80 y los 90 grados (sin llegar a hervir), habrás de verterla sobre el té negro y dejar que infusione entre 3 y 4 minutos, tapando la mezcla. Eso sí, intenta no incrementar nunca el tiempo de infusión: si quieres un sabor más intenso, añade una cantidad algo mayor de té, pero no eleves este tiempo.
20 de enero-18 de febrero
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