¿Cómo hacer frente a una ola de calor? Básicamente, manteniéndote alejada de las altas temperaturas. Pero como no siempre estarás en condiciones de elegir destinos alejados de cualquier ola de calor, lo que toca es tomar precauciones. Y eso incluye la noche, un momento extremadamente delicado cuando el sudor te invade sin que muchas veces te des cuenta.

Los riesgos para la salud de las olas de calor no siempre desaparecen con el sol. Mucha gente cree que las altas temperaturas son menos peligrosas por la noche, pero es una percepción completamente errónea. Las estadísticas reflejan que las temperaturas medias siguen subiendo, y eso incluye países y zonas que nunca se han tenido por calurosas. Como el norte de España o de Europa. ¡Incluso Alaska está experimentando temperaturas récord!

El calor, un problema de salud pública y un riesgo añadido por la noche

Las altas temperaturas apuntan a un problema urgente de salud pública y afectan principalmente a la población más vulnerable: bebés, niños pequeños y personas mayores. Y son grupos susceptibles de sufrir más por la noche y exponerse a las enfermedades relacionadas con el calor. Por ejemplo, la deshidratación. Y las personas que tienen afecciones como enfermedades cardíacas u obesidad también tienen un mayor riesgo.

Después de que el sol se pone durante una ola de calor, puede ser que inicialmente sientas cierto alivio, pero también es posible que las temperaturas exteriores aún no se hayan enfriado lo suficiente para las personas cuyos cuerpos han estado expuestos a un calor extremo durante todo el día. Ancianos, niños y personas con enfermedades crónicas pueden quedarse dormidos y no darse cuenta de que su temperatura corporal está aumentando, a diferencia de lo que ocurre durante el día, cuando están despiertos.

Tomar precauciones es la mejor forma de prevenir en verano

Aire acondicionado o ventilador es la mejor forma de sobrevivir a una noche de intenso calor. No hay otra. Pero no es la única. Hay que asegurarse de beber muchos líquidos para combatir la deshidratación. Y si eres amante de los animales y tienes una mascota en casa, el consejo también vale. Básicamente, el objetivo es mantener el cuerpo a baja temperatura. Durante un verano de olas de calor récord en todo el mundo, es crucial protegerse de los efectos del calor extremo.

El peligro de quedarte dormida a altas temperaturas

No es bueno pasar calor en la cama a ninguno de los niveles. Los expertos recomiendan dormir a una temperatura no superior a 23 grados. Cuando duermes a temperaturas demasiado altas, por encima de los 26 grados, lo que tiende a ocurrir es que aumenta la presión sanguínea. Si tienes problemas de hipertensión, el exceso de calor pondrá en serio riesgo tu salud cardiovascular. Te pondrás roja, te sentirás agobiada y con un estado de nerviosismo extremo. El exceso de calor también puede provocar que se te reseque la garganta y te despiertes tosiendo o con cierta sensación de ahogo. Y lo peor es que te quedes dormida con un intenso calor. Puedes perder la consciencia.

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