Leticia Lara: un hogar Boho Chic

En un edificio de finales del siglo XIX, en el madrileño barrio de Malasaña, tiene desde hace 15 años su cuartel general la diseñadora Leticia Lara. Lo primero que llama la atención al entrar en la casa, es la increíble luz que entra a raudales por los tres balcones que dan al salón y a su despacho. El epicentro de una casa muy vivida, donde trabajar, crecer y disfrutar se unen irremisiblemente.

En el recibidor, un perchero metálico cargado de abrigos y bolsos, un piano vintage y unos cuadros de Charo Olarte crean un ambiente ecléctivo que da la bienvenida al visitante. "Mi casa no tiene un estilo definido. Lo único que pretendo es que sea un reflejo de mi personalidad y que esté ordenada. Todo cabe en ella si me gusta, ese es el criterio por el que me rijo", afirma Leticia, mientras muestra su luminoso salón.

En él destaca un mueble de madera apoyado contra una de sus paredes. "Es la parte baja de una librería de mis abuelos. Sobre él hay un grabado de José Viera, una serigrafía del artista Sean Mackoui, un ángel de porcelana de Marre Moerel y el molde de una horma de un zapato de mi firma Laetitias, que hice en colaboración con Marre Moerel".

En otro rincón, un sofá vintage que ha tapizado con una tela de Gancedo sorprende junto a una lámpara de Hanbel, una colcha de patchwork de Zara Home, una guitarra apoyada en la pared y varios dibujos de Estrella, la hija de Leticia. Detrás de una mesa de cristal de Hanbel, enmarcada por una magnífica alfombra turca, se sitúa una estantería abierta, de madera blanca, que exhibe una colección de libros de arte y moda, junto a un modelo emblemático de su firma: un zapato con tiras de terciopelo de 2005 y una horma de resina de otro modelo con tacón de nueve centímetros.

Anexo a este espacio está su despacho, una habitación reducida pero muy bien resuelta, presidida por un póster francés de Superman y una mesa donde hay hormas y tijeras, donde se mezclan el trabajo y el hogar. En la cocina, una pieza restaurada se ha convertido en mueble bar: "En él guardo todo lo que usamos para hacer manualidades: papeles, sellos de caucho, troqueladoras... Me gusta fomentar la imaginación de mi hija y aquí estamos siempre dibujando confiesa la diseñadora. La cocina es la estancia más vivida, pero lo que más me gusta de esta casa es la sencillez de todas las habitaciones". Una sencillez que, sin embargo, refleja el espíritu bohemio y artístico de su propietaria.

El nacimiento de Laetitias, en el año 2000 supuso un soplo de aire fresco para la industria del calzado por sus cómodas y originales hormas que se adaptan a la forma del pie, con una punta tan inusual como lógica. Ahora, tras un breve paréntesis, la lanza de nuevo, con el objetivo de colarse una vez más en el vestidor de toda fashionista que se precie.

Licenciada en Ciencias de la Información, ha trabajado como figurinista y estilista de cine y publicidad. Además de crear su propia firma de calzado, también ha diseñado para otras prestigiosas marcas, como Charles Jourdan. Además, dirige el curso de Diseño de Calzado que organiza la Escuela de Organización Industrial. Los modelos que diseña están disponibles en su web .