vivir
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Pintar vajillas era un hobby para Andrea hasta que revolucionó Instagram y recibió una llamada de la exclusiva tienda neoyorquina Bergdorf Goodman, para vender sus diseños.
Ahora, su casa es su estudio: “En el salón hay un escritorio que es mi mesa de trabajo, y mi rincón favorito”, explica esta licenciada en Marketing y Comunicación que siempre quiso hacer Bellas Artes. Ella no ha dejado de pintar, ahora sobre porcelanas francesas. “La vajilla habla muchísimo de nosotros. Casi todos mis diseños están enfocados a la naturaleza, quizá porque la echo de menos”.
Ha vivido en Londres, Nueva York, Ascott, Madrid, Jerez... “La sensación de hogar es estar en un ambiente que me guste, donde me encuentre cómoda y haya armonía. El siguiente paso es poner música, recibir amigos... Pero si no es agradable para mí, no lo será para el que venga”.