Especial deco: diez destinos que crean tendencias
Los nuevos hoteles apuntan las claves de la decoración. Recorremos el mundo descubriendo lecciones magistrales para aplicar en casa.
10 Fotos
10 Fotos
Convertidos en laboratorios de ideas para los interioristas, los nuevos hoteles muestran las últimas tendencias en decoración, desde el industrial doméstico al burgués & cool. Y lo mejor es que podemos inspirarnos en ellos.
Querían hacer un homenaje a la arquitectura de Chicago, la ciudad donde han construido los grandes maestros del siglo XX. Para ello, el mobiliario hace referencia a la decoración de mediados del siglo pasado y se inspira en arquitectos como Mies van der Rohe y otros seguidores de la Escuela Bauhaus. El truco: el estudio Commune Design actualiza las superficies en madera y los detalles en acero pulido del estilo fifties añadiendo una paleta en la que predominan el amarillo, el verde, el rosa y el azul en tonos fuertes. Un buen recurso para dar vitalidad y calidez a las líneas limpias.
Susie Atkinson ha firmado algunos de los hoteles más mediáticos del momento. En este proyecto, quería hacer algo diferente que estuviera más arraigado a la tradición local. Actual pero no moderno. El truco: para dibujar el nuevo estilo inglés, el secreto de la decoradora ha sido suavizar los tonos. Aquí los pasteles son los reyes, tanto en las paredes como en las tapicerías. Eso sí, es conveniente incluir alguna pieza de arte contemporáneo para refrescar.
Es el último proyecto del arquitecto Jean Nouvel, que ha destacado el ladrillo y las vigas de madera, dejando vista la estructura de este palacio romano del siglo XVII. El truco: además de usar el acero como material decorativo, ha creado paneles, a modo de espejo, en los que los trampantojos simulan perspectivas imposibles de la habitación.
Para unificar todos los espacios de este proyecto, el estudio de arquitectos neoyorquino Grzywinski + Pons ha optado por un solo tono, el gris, tanto en paredes como en muebles de cocina o sanitarios. El truco: para romper esta uniformidad, los tonos pastel han venido al rescate. Hay trozos de pared en un rosa empolvado y el verde agua se adueña de la tapicería.
Jacques Grange hace guiños al Art Decó y a un estilo ecléctico para su primer proyecto en Palma de Mallorca. El truco: solo un maestro es capaz de combinar suelos hidráulicos de inspiración mediterránea con estampados de flores de origen inglés. Lo consigue entonando las tapicerías con un suave rosa en las paredes y mobiliario en madera o blanco.
Sobre un fondo blanco, la cocina con vistas al salón de estos apartamentos en Manhattan se integra con un interesante juego de dos tonos de madera. Grisáceo para los muebles y otro más cálido para la mesa que los separa. El truco: evita las luces centrales de techo y juega con la iluminación más cálida que aportan las lámparas auxiliares.
Los diseñadores con sede en París Anna Covre y Frederic Tubau han combinado en este antiguo palacio veneciano del siglo XVI una paleta de colores donde predomina el marrón oscuro de la madera, el blanco del mármol y los tonos pálidos utilizados en las paredes. El truco: al introducir algunos toques rosas, tanto en tapicerías como en alguna obra de arte, los espacios neutros toman un aire glamuroso. Añade además algún busto clásico y la combinación será perfecta.
El azul petróleo es el nuevo rey de la decoración. Ha desbancado a los grises oscuros y negros, aunque le sigue muy de cerca el verde oliva. Estos dos tonos son la apuesta de los grandes maestros de la decoración actual y de este hotel de lujo en Copenhague. El truco: si no quieres una decoración demasiado escenográfica, los muebles escandinavos en maderas claras o con toques en blanco rompen el dramatismo.
Cuando en 1959 Brigitte Bardot se casó con Jacques Charrier vestida con cuadros vichy, la tela se agotó en toda Francia. En este hotel de Nueva Orleans, el vichy está presente en todas las estancias, desde los dormitorios al salón, y solo se combina con alfombras o colchas lisas y en tonos crudos. El truco: no te compliques con las mezclas de estampados, apuesta por el vichy en dos tamaños, pero siempre en el mismo tono.
El nuevo nórdico deja el gris y se abre a una paleta terrosa. Las habitaciones de este hotel en Ámsterdam están pintadas en ocre, salvia y tabaco. Para dar sensación de club privado, han usado maderas lavadas, terciopelo en los sofás y lino en las cortinas. El truco: gana dramatismo pintando en dos tonos. El oscuro, en la parte inferior, crea un zócalo.