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Si hay un fenoméno viral que nos ha pillado a todos por sorpresa en los últimos meses, ese ha sido el de Marie Kondo, que ha estado presente hasta en la alfombra roja de los Oscar. Aunque hace años que la japonesa intentaba poner orden a nuestras vidas a través de las lecciones zen de su libro 'La magia del orden', han sido sus vídeos de YouTube y su programa en Netflix los que la han convertido en icono naive del 'bonitismo millenial'.
El 'método KonMarie' se basa en la técnica oriental del 'katazuke' ("ordenar y limpiar"), y esta en el precepto de que si organizamos adecuadamente nuestro hogar, pondremos también en orden el pasado, las relaciones personales y los asuntos pendientes, y arrojaremos más luz sobre lo que necesitamos de verdad en la vida, diferenciándolo de lo que nos sobra. ¡Fantástico!
Pero seamos serios o, al menos, sinceros... Los consejos de Marie Kondo están genial, todos queremos vivir una vida en la que reine el orden, en una casa blanquísima y llena de luz (y a poder ser, enorme) en la que reine el 'feng shui', con muy buenas vibraciones por todos sitios y una paz interior que ya quisiera el Dalai Lama, pero hay cosas que no, querida Marie. Y aquí estamos nosotras para ir en contra del mundo un rato...
Nos parece súper eficiente no tener que hacer rollitos ni bolas con los calcetines, tenerlos todos bien emparejados y perfectamente doblamos y colocados por colores en una caja. Pero así solo miramos a nuestro perro, gracias.
Enfrentarnos cada temporada al cambio de armario da pereza. Mucha pereza. Si, encima, antes de hacerlo, tenemos que llenar nuestra casa de incienso, observar el vuelo de una mariquita, cerrar los ojos un rato y cuestionarnos quiénes somos, adónde vamos, y de dónde venimos... Seguiremos con el plumas en el armario en agosto, y llevando bikini en diciembre.
Nuestra amiga Marie dice que según recibimos un paquete, hay que quitarle la etiqueta de forma inmediata para que nos pertenezca de verdad. ¿En serio? ¿Y como lo devolvemos cuando nos damos cuenta, a los tres días, de que en realidad no lo queremos? Porque para la mayoría de nosotras, con el ritmo de compras (compulsivas) online que llevamos, eso sería un auténtico suicidio financiero. ¡Las 'shopaholics' necesitamos una segunda oportunidad!
Ha sido, sin duda, una de las recomendaciones de KonMarie más criticada en las redes: ¡que solo guardemos 30 libros en casa! ¿Pero estamos locos? ¡Qué problema hay con los libros! Ni 'feng sui', ni 'feng sua': por ahí sí que no pasamos, amiga...
Otra de las lecciones más famosas de Marie Kondo pasa por hacer jornada intensiva de orden y limpieza, sin parar y sin descanso, no sea que nos lo pensemos y decidamos guardar una camiseta de más. Pero la gurú va un paso más allá, y asegura que tenemos que vaciar nuestros armarios por completo e ir abrazando cada prenda (cada tupper o cada botijo, lo que cada uno almacene) para ver qué nos transmite, y así sabremos si tenemos que quedarnos con ello porque nos hace felices de verdad, o si debe pasar a la sala de expulsados. Y yo, solo de imaginarme así, me entra la risa...
Dicho esto, nos vamos de compras. ¡Que el feng shui, el yin y el yang, y la señora Kondo nos pillen confesadas!
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