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En el mundo de la decoración saber jugar con las proporciones, los colores y las perspectivas puede convertir un espacio reducido en un rincón acogedor y confortable. Y el truco más barato, accesible y fácil de aplicar para conseguir ampliar visualmente los metros cuadrados de cualquier habitación es utilizar espejos en sus paredes, los rincones, como pequeños detalles... Porque tener una casa de tamaño mini no implica que no sea digna de Pinterest . Si escoges las piezas adecuadas tú también puedes presumir de un hogar de película y cualquiera de los espejos que te proponemos a continuación es la elección correcta.
Cuando pienses en espejos no mires solo a tus paredes: pueden ser lo que tu estantería necesita para que parezca más grande. Usa piezas como esta de H&M Home, un pequeño espejo redondo encastrado en un bloque de mármol y conseguirás un efecto muy elegante (24,99 euros).
Combinar espejos pequeños y redondos (puedes poner varios en la misma pared a diferentes alturas) puede darle a una habitación un efecto divertido al tiempo que aportas luz al conjunto. Este espejo para golgar con cadena de H&M Home parece diseñado para llevar a la práctica este truco (19,99 euros).
A veces una pieza espectacular es todo lo que necesitas para grandar el espacio. Si esta es tu opción, huye de recargar el resto de la decoración de la estancia. Este espejo redondo es el modelo Crown y está realizado sobre una estructura de latón trenzado.
Usar espejos cuyo marco sea del mismo color que las paredes o en la misma gama de color ayuda a que visualmente esas paredes parezcan más amplias. Esta es la propuesta que hace Maisons du monde con este pequeño espejo con marco de macramé trenzado en color marfil (22,99 euros).
Los espejos de pie son ideales para los dormitorios pequeños (y muy útiles). Si además te puedes permitir el lujo de usar uno que no necesite anclarse en la pared, mejor que mejor, dará más profundidad a la estancia. Este modelo es el Ikornnes de Ikea y tiene la ventaja de que detrás del espejo hay un perchero (69 euros).
El modelo Songe de Ikea (79 euros) es un clásico que no pasa de moda gracias a la versatilidad de su diseño. Rectangular y con el marco en acabado metálico queda bien donde quieras ponerlo: el baño, el dormitorio, el comedor, la entrada de casa...
Además del tamaño del espejo en sí, fíjate en el material del marco. Los colores claros y los materiales naturales quedan muy bien en ambientes que queremos que sean cálidos, como el rincón de lectura o el dormitorio. Una opción que puedes encontrar en Kave Home gracias al espejo Marelli: tiene forma de sol y su marco de ratán está trenzado a mano (45 euros).
No hace falta que los espejos estén colgados de la pared, también puedes usar superficies acristaladas en los elementos decorativos de mesitas y estanterías, especialmente en los rincones más osucros de la casa para añadir puntos de luz a la habitación: las estancias luminosas siempre parecen más grandes que las oscuras. Los pequeños detalles pueden hacer mucho, y Primark Home lo sabe, por eso ha creado esta elegante bandeja de espejo con borde plateado (7 euros).
Además de ampliar el espacio, puedes utilizar espejos funcionales, como este: el modelo Marcus de bambú, además de funcionar como espejo de pie tiene un espacio diseñado para colgar prendas o accesorios. Lo encuentras en sklum.com y cuesta 99,99 euros.
Multiplicarás el efecto óptico de amplitud (y el decorativo) si usas combinaciones de espejos de distintas formas y tamaños. Esta propuesta es de Zara Home y consiste en dos espejos de forma irregular con marco de madera, lo que aporta calidad al conjunto. Cada uno cuesta 39,99 euros.
Si tus paredes tienen color o no posees demasiado espacio para colgar nada, escoge espejos como este de Zara Home que no tienen un marco grueso, sino un perfil metálico fino que le da un aire más ligero al conjunto (35,99 euros).
