ENTREVISTA
ENTREVISTA
La marca sinónimo de ventanas de techo y de elegantes espacios llenos de luz se ha marcado el objetivo de luchar contra el cambio climático en los próximos años. Velux quiere casas más eficientes y protegidas contra el calor y el frío y clientes bien informados sobre sus necesidades. Por eso el asesoramiento es una de sus claves. Repasamos con André Dot, vicepresidente ejecutivo de la región sudoeste de Europa, cómo nacieron estos icónicos cerramientos, cómo han evolucionado y de qué manera se comprometen con un futuro sostenible.
¿Cómo surgió Velux en los años cuarenta?
Todo viene de la idea de combinar la ventilación y la luz, que son esenciales para la vida. La segunda idea genial del fundador fue el nombre de la marca, que se ha convertido en un genérico, un sinónimo de las ventanas de techo. La gente llama a estas ventanas Velux, sea cual sea su marca. Significa ventilación y luz y une los dos elementos que dan cuerpo a nuestra filosofía.
¿Cuál es la importancia de la luz y de la ventilación en un espacio?
Es, sin duda, importante para el espacio, en términos de estética, de confort, y con respecto a lo que significa el cambio climático. Una manera de combatirlo es conservar los espacios que ya existen y transformarlos. Otra implicación importante es sobre la salud, con casas bien aisladas, con una temperatura adecuada en invierno y en verano y bien iluminadas y bien ventiladas. El fundador se enfrentaba a una Dinamarca de después de la II Guerra Mundial, en la que no había materiales para construir y de ahí surge la idea de utilizar los tejados para mejorar las condiciones de los que seguían en pie. Hoy en día tenemos un problema parecido, con metros cuadrados bajo los tejados infrautilizados. Nuestra idea sigue siendo transformarlos.
¿Cómo se ha adaptado la marca a las necesidades de una casa ecológica y sostenible?
Es una buena pregunta y larga de contestar. La marca se da cuenta de cómo debe contribuir al desafío del cambio climático, desde comienzos de los años noventa, y para acercarnos lo más posible a los acuerdos de París, y establece nuestros programas de reducción de emisiones de CO2 en la fabricación de nuestros productos. Desde hace ya algunos años, hemos puesto en marcha programas cuyo objetivo es disminuir en un 50% nuestras emisiones de CO2, de aquí a 2030. Queremos emitir cada vez menos CO2 en nuestras fábricas y en nuestra manera de trabajar. Desde los años cuarenta, hemos ido mejorando nuestros productos, haciéndolos más sofisticados para mejorar su rendimiento.
¿Cuál es la importancia de los accesorios para una ventana Velux?
Una ventana de techo con orientación sur tiene que tener protección, porque, de lo contrario, habría que montar un sistema de climatización, con el gasto de CO2 que conlleva. Empezamos hace algunos años y hoy los accesorios son un eje fundamental de nuestra política de productos. El tercer eje, en el que estamos ahora, es la electrificación, el que podamos manejarlos de forma automática. Pero no se trata de utilizar la automatización para no moverse del sitio, sino de utilizar sensores de temperatura para que las ventanas se abran o se cierren, cuando sea necesario, así como la protección solar. De día, ésta evitará el aumento de la temperatura y protegerá la vivienda, de noche, se abrirán las ventanas para que entre aire fresco. Por eso la domótica será el elemento fundamental en los próximos años.
¿Qué otros objetivos tiene Velux en los próximos años?
El objetivo genérico es contribuir a que los edificios en su conjunto emitan menos CO2. Hemos iniciado un proyecto de construcción, en madera, en el centro Copenhague, para que esos edificios emitan menos CO2 que los normales. Son proyectos para mostrar que es posible construir con menos emisiones teniendo en cuenta que la construcción es responsable de un 40% de las emisiones de CO2 en Europa. Hoy fabricar y comercializar una velux supone 117 kg de CO2. Queremos que, en 2030, esa cantidad, esté por debajo de 60 kg. Esa emisión proviene, sobre todo, del vidrio y del aluminio. Queremos ser protagonistas de una nueva producción de energía renovable. Tenemos un proyecto en España, que estamos desarrollando desde hace un año, que es el desarrollo de dos nuevos parques solares que integrarán agricultura, biodiversidad y comunidad con la generación de energía 100%renovable. Están ubicados cerca de Sevilla y de Granada.
¿Cómo se adaptó Velux a la climatología española?
Es cierto, los productos Velux fueron desarrollados para arquitecturas del norte de Europa. En los años cuarenta empezamos en los países nórdicos, en los cincuenta en Alemania, en los sesenta, en Francia, e Italia y España llegaron más tarde. Ciertamente España tiene una particularidad y es que la mayoría de los tejados no son en madera, sino en hormigón, lo que hace que la instalación sea mucho más compleja. Por eso adaptamos nuestros productos a los dos acabados. También es verdad que hay muchos tejados planos, y hemos desarrollado modelos para adaptarse a este tipo de tejados. La electrificación de nuestros productos está muy ligada a estos dos países del sur, porque se trataba a menudo de techos muy altos e inaccesibles.
¿Qué se debe tener en cuenta cuando queremos instalar una ventana velux?
Existen normativas europeas que regulan la cantidad de luz que debe haber en un espacio de unas determinadas dimensiones. Una habitación de 10 metros cuadrados debe tener el 17% de su superficie adaptada para que entre luz. Después, hay que tener en cuenta la orientación de la habitación. El consumidor necesita consejo y por eso es muy importante para nosotros apoyarnos en los instaladores y los distribuidores de Velux. Les proporcionamos una buena formación, porque ellos van a aconsejar al consumidor. Desde el año pasado, hemos instaurado una recepción telefónica que proporciona asesoramiento de manera más y más personalizada. España fue el primer país en el que hemos probado este consejo telefónico y recibimos al cliente después en nuestro «showroom» y diseñamos qué es lo que necesita el y también le aconsejamos un instalador. Ahora estamos desarrollando este proceso en los demás países de Europa.
¿Qué parte del negocio de Velux supone España?
España no es uno de los más grandes consumidores de Velux, como pueden ser Francia o Alemania. Hubo un crecimiento importante coincidiendo con el «boom» inmobiliario de mediados de los años 2000 y luego ese crecimiento decayó. Luego se produjo un crecimiento muy importante por el Covid: la gente se quedaba en casa y se dieron cuenta de la importancia de la luminosidad, con el teletrabajo, y la evolución, desde entonces, es muy positiva. Queremos triplicar el negocio de Velux en los 10 años próximos. Podríamos conseguir el nivel de consumo que tuvimos en España a mediados de los años 2000 en tres o cuatro años.