Cómo decorar tu casa con colores cálidos y aprender a combinarlos esta primavera

Elegir los colores de tu hogar es uno de los pasos clave a la hora de elegir el estilo decorativo que va a llevar. Los tonos neutros (como el blanco o el crudo) siempre son los más fáciles de combinar, pero no por ello tienes que renunciar a ampliar la paleta de colores en la decoración de tu casa (sobre todo si conoces la regla 60-30-10 ). Dentro de la gama cromática, podemos dividir los tonos entre colores cálidos o colores fríos, y vamos a hablaros de los primeros, los que se ubican en la mitad superior del círculo cromático.

Los colores cálidos son los que van del rojo al amarillo, pasando por naranjas, marrones y dorados. La paleta de colores cálidos destacan por su carácter dinámico y se utilizan para inspirar pasión, entusiasmo y cercanía.

Las propiedades de los colores son estudiadas por la cromaterapia. Las diferentes tonalidades especifican los beneficios de los colores para estimular o aliviar ciertas emociones. Estas son las propiedades asociadas a las diferentes tonalidades de colores cálidos:

- Rojo: está relacionado con la energía y la pasión. Esta tonalidad transmite mucha vitalidad, por lo que es un color reservado para zonas de trabajo, pero mejor no usarlo en lugares relacionados con el descanso, como la habitación.

- Tostado o dorado: relacionados con la seguridad, el equilibro y la comodidad. Son las tonalidades cálidas más neutras, por lo que son más fácilmente combinables.

- Naranja: se trata de uno de los tonos más asociados con el otoño y transmite energía y alegría.

- Amarillo: representa optimismo y alegría. Se trata de un tono que aporta muchísima luminosidad a la estancia, por lo que también está relacionada con el alivio de emociones negativas como la tristeza.

El secreto para combinar colores cálidos es no sobrecargar la estancia, ya que son tonalidades muy apetecibles pero que pueden generar estrés visual. Algunas combinaciones con las que acertarás siempre:

- Rojo y Salmón: es ideal para dormitorios infantiles, donde la energía está presente en todos los rincones, pero siempre con cautela. No llenes todo de rojo si no quieres que tu hijo no vuelva a dormir jamás.

- Burdeos y mostaza: esta combinación transmite elegancia siempre y cuando lo combines con tonos neutros.

- Naranja, ocre y amarillo: esta combinación mejora la luminosidad de la estancia y está especialmente recomendada para el otoño.

Para rebajar la intensidad de los colores cálidos, lo mejor es combinarlos con tonalidades frías. Dependiendo de lo que quieras conseguir, la mezcla debería ser de una manera o de otra:

- Objetivo: Contraste: si lo que quieres es impactar con tu decoración, deberías combinar tonalidades opuestas como el violeta y el amarillo. Lo mejor sería que un color fuese el principal y el otro te sirviese de apoyo para crear el contraste.

- Objetivo: Moderación: si buscas que la gama cromática de tu decoración sea moderada, lo ideal es elegir un color principal y los dos que se sitúan a ambos lados dentro del círculo cromático.

- Objetivo: Armonía: combina tres tonos consecutivos dentro del círculo cromático siempre y cuando uno sea el dominante y los otros dos los incluyas en pequeños detalles.

- Objetivo: Sencillez: si lo que buscas es algo sencillo, apuesta por una paleta monocromática. Toma un color como referencia y varía sólo la intensidad del mismo color para los detalles.