Preparar la casa para la Navidad puede ser un momento tan amado como temido, pero tanto si lo disfrutas como si lo sufres, el resultado siempre merece la pena. Un árbol bonito y elegante es la base de la decoración navideña de cualquier hogar. Aunque parezca una tarea arbitraria donde puedes dejar volar tu imaginación, lo cierto es que mantener cierta armonía y coherencia en el proceso es fundamental para lograr el éxito. Estos trucos de decoración te dan las claves para que tu árbol sea el centro de la decoración navideña y atraiga las miradas de todos tus invitados.
Lo primero es saber de qué base se parte. Lo más habitual es que tu árbol sea artificial, aunque puede que tengas la suerte de contar con un abeto natural que refuerce la estética cálida que caracteriza estas fechas. Si eres de las que prefiere hacerse con un árbol de plástico que puedas reutilizar de año en año, el momento de montarlo es clave para que quede bonito. Los expertos en decoración recomiendan que inviertas tiempo en separar una por una las ramas para que luzca frondoso y consiga un volumen decente.
La forma correcta de separar las ramas es en forma de estrella, abiertas todas hacia el exterior. No dejes que la pereza te atrape y cuida tanto la parte de delante como la de detrás. Si bien la zona trasera es menos vistosa, un resultado de lujo pasa por mimar el árbol completo. Por eso, invierte el tiempo necesario en procurar el resultado ideal por todas las partes. Una vez logrado el efecto deseado, puedes pasar a decorar.
El primer paso a la hora de adornar son las luces. Es fundamental que tomes consciencia de las dimensiones de tu árbol. Si tienes un árbol grande y vistoso, tendrás que hacerte con una guirnalda de luces con más bombillas, pero si su tamaño es más reducido procura no sobrecargarlo para que no le robe el protagonismo al resto de la decoración.
El objetivo de las luces es hacer brillar el árbol, pero este elemento no es el protagonista. Por eso es importante que este sea el primer paso, pues de esta forma podrás entremeter las luces entre las ramas y ocultar los cables para que el resultado sea sutil y elegante. En cuanto a qué luces son las mejores, eso queda un poco a tu gusto. Si bien es cierto que unas luces de color neutro son garantía de éxito, también puedes optar por la opción de bombillas de colores, pero procura que el resto de la decoración lo complemente bien.
Una vez colocada las luces, es el momento de las cintas. En este caso tienes dos opciones básicas: o las cintas clásicas de tul transparente o los espumillones de colores. La primera opción es mucho más elegante y mantiene la esencia de las fechas. Puedes optar por un modelo en dorado o plateado que aporten brillo y le de ese toque sutil pero imprescindible a tu árbol. Sin embargo, no tienes por qué restringirte a ello. También hay cintas de modelos y colores más originales que puedes incluir siempre y cuando combinen con el resto de adornos.
Otra de las opciones más típicas de la Navidad son los espumillones. Son básicos pero tienen la carga decorativa suficiente para elevar al árbol. Al igual que las cintas, puedes decantarte por colores básicos como dorado, plateado o rojo, o puedes elegir colores más originales, eso sí, el criterio que rige la opción anterior se mantiene también con este elemento.
Cuando tienes la base lista, llega el momento de pasar a lo que todas estamos esperando: colocar los adornos. Para conseguir un resultado más completo, combina diferentes formas. Desde bolas tradicionales hasta adornos en forma de estrella u otros motivos navideños, pasando por figuras más originales y divertidas (especialmente atractiva para los pequeños de la casa). Todo con un orden y una coherencia estética tiene cabida en tu árbol.
Es el momento de dejar paso a tu libertad creativa, eso sí, procura mantenerte dentro de una misma gama de color. Puedes optar por una opción más neutra pero que son acierto seguro como los adornos en dorado, plateado o blanco, o puedes decantarte por un color más llamativo que aporte ese plus de alegría que buscas. A la hora de hacer una elección, ten en cuenta la decoración habitual de tu casa para que el efecto sea armónico y no quede como un pegote en tu salón.
Empieza por colocar los adornos más grandes y luego rellena los huecos con los ornamentos más pequeños. Busca el equilibrio y el buen gusto en todo momento. Si quieres darle un toque especial que combina con cualquier tipo de color, opta por las bolas de cristal. Mantienen esa esencia de elegancia, potencian el resultado y elevan la decoración de tu árbol. Son un acierto seguro sea como sea tu decoración. Por último, pero no menos importante, coloca la estrella en la punta del abeto, y cuida el resultado con un modelo que vaya acorde a sus dimensiones.
Cuando todo esté listo, tapa la base del árbol con una manta con motivos navideños, un espumillón verde del mismo color que potencie el efecto frondoso o con los regalos que abrirás en las fechas señaladas. El objetivo de esto es esconder la estructura para poner la guinda al pastel y que no rompa la armonía decorativa.