Cinco cosas que nunca haría Marie Kondo en su casa y que siguen desordenando la tuya

Aunque tengamos una casa bonita, bien decorada y llena de plantas hasta en la oficina , de nada sirve si luego solo hay desorden. El desorden en una casa no es nada atractivo y además, agobia. Pero tranquilidad, sabemos que no siempre podemos llegar a todo y a veces el desorden es inevitable. Sin embargo, hemos encontrado algunas cosas que son casi un imán para el desorden, no sabías y estamos seguras de que a partir de ahora las evitarás. Toma conciencia del orden y consigue una casa en calma y bien organizada.

Sí, es algo difícil de evitar, pero no nos podrás negar que todas las superficies lisas donde no hay muchos objetos encima, al final terminan siendo casi un trastero. Intenta que estas superficies estén limpias, y evitar colocar cosas encima si no son decorativas, o realmente no aportan nada.

Hacer categorías a prácticamente todo lo que tengas en casa, será tu auténtica salvación. Así si quieres buscar algo, lo encontrarás al instante. Es un truco muy sencillo, económico y fácil de hacer. Si no quieres comprar etiquetas, puedes hacerlas tu misma en casa. Lo ideal es que las etiquetas sean claras.

'Si entra algo, sale algo'. Así lo dice continuamente Marie Kondo, y algo que deberíamos llevar a raja tabla. Con este pequeño truco conseguimos ordenar mejor el armario, optimizar lo que compramos, y por supuesto, un armario más organizado.

El cambio de armario es uno de los mejores momentos para hacer una buena limpieza. Aprovecha esta época para quitar o donar (dependiendo del estado de la prenda) aquello que no utilices. Así podrás tener un armario más organizado, limpio y con aquello que sí utilizas con frecuencia. De lo contrario, puede que el desorden llame a tu vestidor constantemente.

A veces el almacenaje puede jugar en nuestra contra si no lo sabemos aprovechar bien. Con esto queremos decir que si tenemos muebles con mucho espacio para almacenar, pero luego no sabemos como organizarlo con cajas, de nada nos servirá. A veces cuando tenemos mucho espacio, lo único que terminamos haciendo es acumular más y más trastos que realmente no usamos con frecuencia, así que ¡cuidado!