decoración
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Comenzar a decorar nuestra casa puede ser una de las tareas más complicadas a las que nos enfrentemos, aunque seas una amante del interiorismo. Son muchos los factores que hay que tener en cuenta, desde los más grandes, hasta esas nimiedades a las que muchas veces no se les prestamos la atención que se merecen.
Un color inadecuado, el exceso de mobiliario o la falta de calidez en el espacio son solo algunos de los errores más comunes, que puede que incluso estés cometiendo y que no te hayas dado cuenta. Está claro que todo varía en función de factores como las dimensiones o el estilo que le quieras dar, aunque estos suelen ser los más comunes en cualquier caso.
Elección del color: evita escoger colores demasiado estridentes, que no se complemente entre sí. Esto hará que la habitación parezca abrumadora, y que, en lugar de reportarnos una sensación de paz, consiga el efecto contrario. Escoge una gama cromática más sencilla, en la que puedas aportar las notas llamativas (si así lo deseas), de forma sutil.
Escoger una buena iluminación: la iluminación de nuestro hogar es primordial, pudiendo marcar completamente la diferencia en el aspecto final. No hay que crear ambientes demasiado apagados, ni tampoco con luces extremadamente blancas, ya que dará un aspecto muy frío. Lo que hay que hacer es escoger una variedad de fuentes de luz distintas, como lámparas de pie y de techo, usando reguladores de intensidad.
Evita la saturación: el lema de «más es mejor» queda totalmente descartado en el terreno de la decoración. Hay que evitar abarrotar las estancias con demasiados muebles o elementos de decoración, ya que pueden llegar a ser claustrofóbicas. La solución es sencilla: define el propósito de cada objeto y otórgale un espacio concreto, para crear un ambiente más relajado.
Mezclar demasiadas tendencias: el minimalismo, el estilo mediterráneo o la estética industrial. Aunque te guste algo de todas ellas, que convivan juntas en el mismo espacio no puede funcionar. Es cierto que, aunque el minimalismo de más juego, y se pueda combinar con distintos elementos, no puedes decantarte por todas las tendencias. Define bien tu estilo primero, antes de comenzar a decorar.
Opta por estampados y texturas: igual que no queremos una casa sosa y aburrida, a través de la elección de los colores, tampoco podemos pasar por alto los estampados y las texturas, ya que pueden marcar un antes y un después en cualquier estancia. Juega con el amplio abanico de opciones que hay, plasmándolas en piezas principales como un sofá, o en pequeñas dosis como los cojines.
Tu marca personal: no solo nos tenemos que dejar llevar por lo que vemos en las revistas de decoración, sino que el aspecto de tu hogar es una extensión de tu propia personalidad, y esto tiene que quedar reflejado. Por ello, si tienes que romper las normas para encontrar tu propio equilibrio, no dudes en hacerlo.
No ignores la funcionalidad: una buena decoración se basa en encontrar el punto intermedio entre lo estético y lo funcional. Si por ejemplo tienes un piso pequeño, la mejor alternativa es invertir en muebles multifuncionales, que además de decorar, también sirvan de almacenamiento.