El 28 de diciembre es la fecha señalada para aplicar el método milenario japonés Oosouji . La forma ideal de terminar el año como es debido y de empezar el nuevo con una casa impecable. Pero, ¿por qué esperar si se puede aplicar durante todo el año? Un método japonés tan efectivo como es el Oosouji merece tener su espacio en nuestras rutinas diarias de orden y limpieza.
El nombre de Oosouji procede de una antigua disciplina japonesa que significa «la gran limpieza». No es de extrañar, pues, que se trate de un método reservado para aplicar en fin de año. Pero no solo se trata de limpiar, si no que va mucho más allá y busca también poner orden en el hogar, aportar paz a los espacios y regenerar la energía y vitalidad que se va perdiendo con el paso del tiempo. ¡El truco para poner orden en casa de forma fácil y rápida!
Para que el método japonés Oosouji sea efectivo, es vital reservarse un día para llevarlo a cabo. Y no tiene porque ser únicamente el 28 de diciembre, sino que puede aplicarse cualquier día del año: semanal, bisemanal o incluso mensualmente.
Lo más importante es fijar un día y convocar a todas las personas necesarias para llevarlo a cabo. Precisamente, si el objetivo principal del método japonés es poner orden en el hogar, lo mejor es hacerlo en familia, ya que se se tendrán que mover muebles, vaciar cajones...
Una excelente oportunidad para reorganizarlo todo y tomar consciencia de donde se guardan para ahorrar tiempo en un momento posterior. ¡Paz mental, emocional y física garantizada! La mejor manera de reconectar con uno mismo y con su hogar y volver a tener ese sentimiento de bienestar y felicidad.
Otro aspecto muy importante para que el método japonés Oosouji sea un éxito es aplicarlo sin interrupciones y de forma consciente. Y para conseguirlo el mejor truco es, en primer lugar, apagar el móvil y en segundo, identificar y fijar las tareas. Si ya se va con una idea de por dónde empezar y qué hacer, el método japonés será más fácil y rápido de llevar a cabo.
Otro paso muy importante es purificar el ambiente. Abrir las ventanas y dejar entrar el aire fresco para ventilar totalmente la casa. Y mientras, preparar todos los productos que posteriormente se van a utilizar para limpiar y ordenar. Bolsas de basura, productos de limpieza, etiquetas, cajas y todo lo necesario.
Si tienes los utensilios a mano la limpieza, sin duda será mucho más rápida y también efectiva. De lo contrario, puede que algún rincón quede sin limpiar en su totalidad o incluso que te olvides de algunos. Existe un producto para cada tipo de necesidad y tenerlo claro es vital para el resultado final. ¡La diferencia se nota, y mucho!
No se vale empezar por cualquier rincón y sin seguir un orden. Si se quiere una limpieza profunda hay que establecer una ruta. Y sobre todo, no te olvides de los techos y las paredes: grandes acumuladores del polvo. Por ello, un buen consejo es empezar desde la parte superior e ir bajando.
Además, cada tarea debe empezarse y terminarse, sin lapso de tiempo en el medio. Es vital que cuando se empiece se termine. No vale quererlo hacer todo a la vez, si no rincón por rincón y de manera consciente. Puede hacerse por estancias o por temas, pero sobre todo no mezclarlos.
Sin piedad. Para cumplir con todo lo que el método japonés Oosouji establece un punto muy importante es desprenderse de todo aquello que no se utiliza. Funciona la regla del 'tirar antes que guardar' y no al revés. Es momento de dejar atrás el 'seguro que más adelante lo utilizo' para empezar con el 'si hasta ahora no lo he utilizado mejor tirarlo'.
No te quedes sin deudas pendientes que vas arastrando y que en verdad generan un estrés mental que a veces ni somos conscientes de ello. Así que aprovecha este momento para saldar las cuentas. El método japonés Oosouji precisamente ve como un mal augurio arrastrar las deudas y las ve como viejos asuntos no resueltos. ¡Adiós a las deudas y hola a la paz mental!
20 de enero-18 de febrero
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