El desorde engorda, ya te lo hemos contado. Pero es que, además, una casa bien organizada «influye en nuestro bienestar, en nuestras sensaciones y emociones. Cuando todo a nuestro alrededor tiene su lugar, es más fácil que nuestra mente también lo tenga. Cuando ordenamos la casa también ordenamos todo lo que tenemos en la cabeza, poniéndole claridad a lo que antes era caos«, nos cuentan desde IKEA. Además, no lo podemos negar: las habitaciones ordenadas no solo parecen más limpias, también más grandes. Por eso, hemos recopilado los mejores trucos para conseguirlo gracias a los los organizadores más baratos del gigante sueco de la decoración.
Desde IKEA nos recuerdan que «no importa si tu salón es grande o pequeño, el almacenaje inteligente es clave para disfrutar de un espacio despejado, relajante y con todo lo que realmente necesites a tu alcance. Olvídate de dedicar varias horas a la semana a ordenar el desastre de los días anteriores (puedes probar con el método FlyLady) y limítate a encontrar un lugar para cada cosa«.
Por eso, nos proponen utilizar cestas y cajas con tapa para tener ordenado y a mano todo aquello que usas cada día (pero que no es bonito para estar a la vista); organizadores de cajones para tener un acceso rápido a cables, cargadores o las llaves sin perder tiempo en buscarlos; mesas con cajones o bancos y chaiselonges con almacenaje; aprovechar el espacio libre debajo de los sofás y utilizar las paredes con ganchos, estantes y organizadores para ganar espacio y multiplicarlo.
Varios estudios de neurología demuestran que el entorno ambiental de nuestros dormitorios influye directamente en la calidad del sueño. Para un descanso saludable, la habitación debe estar ordenada y limpia ya que de lo contrario puede producir estrés, lo que dificulta el sueño y por tanto, nos afecta a nivel físico y emocional.
Más allá de tener un armario bien organizado en el que nos entre toda la ropa, aprovechar bien todos los espacios del dormitorio será clave para conseguir ese ansiado espacio de orden y descanso. En IKEA nos proponen colocar una cesta o baúl a los pies de la cama en la que colocar todos los cojines decorativos cuando nos metemos en la cama; pequeñas cestitas u organizadores de cajones para tener la mesita de noche ordenada tanto por fuera como por dentro; o un perchero de puerta o un burro de ropa en el que colocar de forma ordenada (y estirada) la ropa que nos queremos volver a poner o la que tenemos preparada para el día siguiente.
Una cocina en orden no solo consigue crear una mayor sensación de amplitud y limpieza: una cocina en orden, adelgaza. Tener los productos a la vista, ya sea en estanterías de baldas o en muebles con puerta de cristal, nos ayudará a encontrar lo que buscamos de una forma más rápida y sencilla y, además, nos 'obliga' a tener todo mejor ordenado y huir de la tentación de los 'cajones desastre'. Además, será clave para aprovechar al máximo el espacio, conseguir que todo parezca más grande y a no desperdiciar alimentos.
¿Un truco infalible para garantizar el orden y aprovechar mejor el espacio? Usar los elementos verticales (desde las paredes al interior de las puertas y armarios) para aumentar el espacio de almacenaje con estanterías móviles, colgadores y organizadores de pared. Además, olvídate de que el armario de la limpieza sea un caos: mete todos los productos en cajas que te permitan tenerlos organizados por tipos.