Luces de la ciudad

A los 17 años entró de becaria en la empresa de iluminación Vbospagna, dedicada a la fabricación de luminarias de diseño y a la realización de proyectos de iluminación. Hoy, con 31, la arquitecta y consultora lumínica Raquel Gutiérrez se ha convertido en la directora de proyectos tan importantes como la hipnótica iluminación de las tiendas Loewe, la magistral escenografía lumínica del restaurado Salón de Reinos del Museo del Prado y el sutil alumbrado del edificio Villa de París.

Raquel también da clases de iluminación en el grado de interiorismo de ETSAM (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid). ¿Su cometido? Conseguir la mejor iluminación para sus clientes: «Ni paredes perforadas por decenas de focos, ni andar por los locales con velas».

Gutiérrez aboga por la iluminación discreta e indirecta: «Que casi no se note pero que consiga su objetivo: iluminar». Todas sus creaciones pueden verse, tocarse y admirarse en el showroom de la madrileña calle Villanueva: un espléndido piso de grandes ventanales y, por supuesto, una iluminación muy estudiada. También tiene showroom en Valencia, Bilbao, Pamplona, Barcelona y A Coruña.

Con su CEO Enrique Leal al mando, Vbospagna cuenta con casi 50 empleados, desde arquitectos e ingenieros hasta operarios, y asesora y fabrica para todo tipo de clientes, tanto empresas como particulares. Además, distribuye en exclusiva las creaciones de Viabizzuno en España. Muchos de sus proyectos están vinculados a la restauración: de los icónicos Asador Donostiarra y Txistu a los japoneses Kabuki o Zuma Madrid.